El ex presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva, quien cumple una condena por corrupción, pudo abandonar la prisión el sábado para asistir al funeral de su nieto.
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Da Silva salió de la cárcel en Curitiba a las 7 de la mañana, voló a Sao Paulo y de allí se trasladó en helicóptero a Sao Bernardo do Campo, donde tenía lugar el funeral. Es la primera vez que sale desde su encarcelamiento en abril del año pasado.
El viernes se informó que Arthur Lula da Silva, de siete años, murió de meningitis. Es hijo de Sandro Luis Lula da Silva, uno de los hijos del expresidente. Los abogados de Lula solicitaron el permiso para asistir al funeral el viernes por la tarde.
En enero murió el hermano de Lula, pero la corte no le permitió salir de la prisión a pesar de que la ley autoriza a los presos a asistir a funerales de familiares.
A finales de enero, Lula no pudo asistir al entierro de su hermano Genival Inácio da Silva, conocido como Vavá, porque la Justicia -después de dos negativas- le otorgó un permiso a última hora, cuando ya se estaba llevando a cabo el funeral.
“No dejaron que me despidiese de Vavá por pura maldad”, dijo Lula en esa ocasión.
Lula “está muy triste, dice que nunca esperó una noticia como esta; dijo que debería estar prohibido que un padre entierre a su hijo, que un abuelo entierre a su nieto”, contó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, tras visitar al expresidente de izquierda (2003-2010).
Lula purga 12 años de prisión por lavado de dinero y otros hechos de corrupción.