Órdenes religiosas católicas de todo el mundo se disculparon el martes por no responder cuando sus sacerdotes violaron a niños, reconociendo que sus comunidades los cegaron a los abusos sexuales y generaron lealtades, negaciones y encubrimientos fuera de lugar.
Dos organizaciones que representan a las órdenes religiosas masculinas y femeninas del mundo emitieron una declaración conjunta en vísperas de la cumbre del papa Francisco sobre la prevención del abuso sexual.
Se comprometieron a implementar medidas para los superiores que encubran denuncias de abuso y para que los niños estén a salvo.
Con unas pocas excepciones, las órdenes religiosas han volado en gran medida bajo el radar en el escándalo de abusos durante décadas, ya que se ha centrado en cómo los obispos diocesanos protegían a sus sacerdotes. Sin embargo, congregaciones como los jesuitas, los salesianos y los hermanos cristianos tienen algunos de los peores registros.
Alessandro Gisotti, vocero de la Santa Sede, no desmintió la versión y dijo: «Puedo asegurar que estas directrices existen. Es un documento interno». Además, habló sobre un documento interno de 2017 que sintetiza los procedimientos y que tiene como «principio fundamental la protección del niño». De hecho, el portavoz del Vaticano aseveró que la directriz «solicita» que el señalado abandone el sacerdocio padre «asumir sus responsabilidades como padre y dedicarse exclusivamente al niño».
Los hijos de religiosos tienen varios orígenes: algunos son fruto de relaciones entre sacerdotes y laicas o monjas, pero otros provienen de violaciones. Y si bien no hay números oficiales de cuántos bebés nacieron de padres curas, Doyle lidera un grupo de apoyo, Coping International, que cuenta con 50 mil integrantes en 175 países.
Contexto
Estas informaciones se revelan a días de la cumbre del papa Francisco para la prevención de abusos sacerdotales se reunirán esta semana con una docena de víctimas y activistas que han llegado a Roma para protestar la respuesta de la Iglesia Católica hasta el momento y para exigir el fin de décadas de encubrimiento por parte de los líderes de la iglesia.
Estas víctimas no hablarán en el foro de líderes de la iglesia. En su lugar, se reunirán este miércoles con los cuatro miembros de una comisión organizadora para expresar sus quejas. La cumbre de 180 presidentes de conferencias del episcopado de todo el mundo inicia el jueves.
Una de las víctimas, el chileno Juan Carlos Cruz que organiza el encuentro, dijo a The Associated Press que espera un diálogo abierto y constructivo y que los miembros de la comisión transmitan las exigencias de las víctimas de que los obispos dejen de alegar ignorancia sobre los abusos. Cruz dijo que tal situación debe detenerse.
Francisco convocó a la reunión en septiembre pasado después de que él mismo desacreditó las acusaciones de Crz y otras víctimas de un reconocido sacerdote chileno. Posteriormente el pontífice fue implicado en el encubrimiento de Theodore Mccarrick, quien fuera un influyente cardenal estadounidense que apenas fue expulsado del sacerdocio la semana pasada por el abuso sexual de niños y adultos.
Francisco designó una comisión organizadora de cuatro miembros, encabezado por el principal investigador de delitos sexuales del Vaticano, el arzobispo de Malta Charles Scicluna, el cardenal de Chicago Blase Cupich, el cardenal de Mumbai Osvald Gracias y el reverendo Hans Zollner, miembro de la comisión asesora de abusos sexuales del papa.
Exhortaron a los participantes a reunirse con las víctimas antes de que llegaran a Roma, tanto para familiarizarse con el dolor y el trauma de las víctimas como para desmentir el precepto de que el abuso sacerdotal sucede solo en ciertas partes del mundo, dijo Cupich a la AP la semana pasada. Las víctimas serán representadas en la cumbre con testimonios en video, detalló. Cruz dijo que el mensaje de la cumbre para los obispos es que deben ejercer una tolerancia cero o enfrentar las consecuencias.