Este jueves, el Congreso aprobó un acuerdo de gastos para la vigilancia fronteriza y la detención de inmigrantes, dándole al presidente Donald Trump sólo un tercio de los miles de millones de dólares que exigía Trump para construir su muro en la frontera con México.
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Para evitar un nuevo cierre de gobierno, el texto contempla casi mil millones y medio para construir 90 kilómetros de muro. Así que además de avalar el acuerdo sobre presupuestos, el presidente norteamericano va a firmar la declaración de emergencia nacional, según ha confirmado la propia Casa Blanca.
De esta manera, el presidente va a movilizar fondos de otras partidas (específicamente del departamento de Defensa) para construir el muro sin pasar por la aprobación del Congreso.
Con relación a la emergencia nacional, la líder demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, asegura que estudiará “todas las opciones” para oponerse a esta declaración de emergencia. Que es “Una emergencia inventada por Trump”, según Pelosi. Entre esas opciones está impulsar una resolución en el Congreso que desestime la declaración. Una resolución que también se tendría que someter a votación en el Senado.
La emergencia nacional de Trump
Primero, una «emergencia nacional» es una declaración que otorga temporalmente al presidente de EEUU un poder especial para hacer frente a una crisis. Y la ley de Emergencias Nacionales de 1976 autoriza a los mandatarios a declararla, pero establece pocos parámetros. Solo hay dos condiciones: el presidente solo puede usar prerrogativas que ya le haya otorgado el Congreso, y tiene que precisar cuáles son.
Entonces «Trump tendrá que especificar qué herramientas planea usar, bajo su decreto de emergencia, para conseguir los fondos para el muro«, presumiblemente desviándolos de otras partidas presupuestarias, explicó un profesor de Gestión Política de la Universidad George Washington, Matthew Dallek.
La ley de emergencias permite emitir esa declaración cuando el país está «amenazado por una crisis, exigencia o circunstancias de emergencia» que no sean guerras o desastres naturales, según un informe de 2007 del servicio de investigación del Congreso. Por lo que Trump tendrá que argumentar que la llegada de inmigrantes indocumentados y narcóticos a Estados Unidos por la frontera con México supone una crisis que requiere medidas urgentes y extraordinarias.
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¿Y el permiso del Congreso qué?
Algunos expertos creen que la autoridad ejecutiva del presidente no tiene límites, pero otros, como Dallek, opinan que esa medida «no tiene precedentes» y genera serias dudas legales, porque «esquiva al Congreso y usurpa el poder (prerrogativa)» exclusivo de la rama legislativa para determinar los presupuestos del Gobierno federal.
Los líderes demócratas en el Congreso han definido los planes de Trump como «un abuso flagrante de los poderes presidenciales», y varios grupos progresistas preparan demandas judiciales para invalidar la declaración de emergencia. Por lo que todo apunta a que los tribunales tendrán la última palabra.
Sin embargo el gran interrogante es qué ocurrirá si el tema llega al Tribunal Supremo, donde hay una mayoría de jueces conservadores, dos de ellos nominados por Trump.
Esta situación resulta una batalla legislativa y se espera también sea una batalla judicial sobre si es constitucional o no; si es un abuso de poder que el presidente emplee este tipo de mecanismos para movilizar dinero federal, ya que el presidente está evadiendo el aval del Congreso como lo dicta el artículo 1 de la Constitución: son las cámaras quienes tienen el poder de asignar los fondos del Tesoro.