El papa Francisco reconoció el martes haber recibido una solicitud del agobiado presidente venezolano Nicolás Maduro para que el Vaticano ayude a reactivar las conversaciones con el fin de poner fin a la crisis política del país.
El Pontífice se mostró dispuesto a mediar, pero descartó cualquier tipo de participación a menos que el líder de la oposición, Juan Guaidó, lo solicite.
Francisco agregó que no había leído una carta de Maduro, que según él llegó por valija diplomática, pero dijo a los periodistas que viajaban con él al Vaticano desde Emiratos Árabes Unidos que un esfuerzo diplomático previo del Vaticano para facilitar las conversaciones entre el chavismo y la oposición “se esfumó”.
El Papa insistió en el requisito diplomático básico de que las dos partes en cualquier conflicto deben solicitar conjuntamente ayuda externa en las negociaciones.
«Leeré la carta de Maduro y veré qué se puede hacer, pero las condiciones preliminares son que ambas partes lo soliciten”, puntualizó.
De la misma manera, calificó la mediación entre Chile y Argentina realizada por San Juan Pablo II de un «verdaderamente un acto valiente (…) que evitó una guerra inminente», tras ser consultado al respecto por un periodista.
«Están los pequeños pasos y el último es la mediación. Son pequeños pasos iniciales o facilitadores, pero no sólo en el Vaticano, sino en toda la diplomacia: cercanía a uno, a otro…, para tener la posibilidad de diálogo. Se hace así en diplomacia», puntualizó.