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¿Buses eléctricos son la solución?: Sin torniquete evasión sólo llega a un 3%

Además los nuevos buses eléctricos Euro VI contaminan un 90% que los buses actuales. La baja en la evasión podría deberse a la mejora del servicio.

Aire acondicionado, cargador USB, considerablemente menos ruido, asientos acolchados y un espacio amplio. Con los nuevos buses eléctricos del Transantiago no sólo ha subido la frecuencia en un 15% y la regularidad en un 13%, sino que también las emisiones contaminantes son un 100% menores a los actuales. Por otro lado los nuevos buses Euro VI tienen un 90% menos de emisión.

¿Todo muy lindo, cierto? Parece que no lo merecemos. Y así también lo piensan los usuarios, que a pesar del descontento en la reciente alza del pasaje, han mostrado su simpatía a los nuevos buses. Eso a través una cifra entregada ayer por la ministra Gloria Hutt en el lanzamiento de la segunda etapa de reasignación de servicios que eran operados por Alsacia en Maipú, La Florida, Lo Prado, Lo Espejo y Cerrillos. Todos de la mano de la electro movilidad. “Las personas han respondido a esta calidad de viaje, registrando una tasa de evasión del 3%”, reveló la jefa de cartera. Convirtiéndose así en una cifra histórica en los 12 años que lleva funcionando el Transantiago, teniendo en cuenta que el último índice de evasión de 2018 marcó un 25,8%.

Evasión en buses eléctricos

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Para dejar más clara la situación, de los 85 pasajeros que caben en el bus, sólo 2,55 pasarían sin pagar. Otro de los aspectos que llaman la atención es la falta de torniquetes que tienen los nuevos vehículos. Esto echando por tierra la utilización del torniquete como método anti evasión.

Las cifras son alentadoras y los buses eléctricos se postulan como nuevo método. Sin embargo y ante la algarabía, Alejandro Torres, académico de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Central, advierte. “La muestra de datos es muy pequeña para sacar conclusiones muy categóricas ya que sólo hace seis semanas están circulando los buses eléctricos”.

“Es un indicador temprano que hay que seguir estudiando a través del tiempo. Pero es una excelente noticia que estemos tornando a la electro movilidad”, señala el especialista. Quien también hace un llamado a “que pase en todas las ciudades del país porque también tenemos que considerar a regiones”.

Un viaje sin retorno a la electro movilidad

A la vez que el parque automotriz aumenta, las medidas que los fabricantes toman para que contaminen menos, también. Por esta razón es que el Transporte Público ha avanzado en un viaje sin retorno a la electro movilidad. También para palear las condiciones ambientales de Santiago, que tiene una calidad del aire que en 2018 alcanzó un peak de smog de 440 puntos. Índice que es considerado altamente arriesgado para la salud.

Ante esta realidad vienen los nuevos buses Euro VI, que llegan al 90% menos de contaminación en comparación a los buses actuales. Los que van en la misma línea de los eléctricos que tienen un 100% menos de emisiones. Es decir, 15 toneladas de CO2 menos en un año.

Y gracias a desprenderse de la utilización de combustible y pasarse al enchufe se han reducido costos a largo plazo. La carga completa de la máquina tiene un costo de $19.500 y se extiende entre 3 y 4 horas. Esto que permite una autonomía de 250 kilómetros.

Sin embargo “el aporte del Transporte Público exclusivamente no va a generar grandes cambios en la situación global de la cuenca», señala Miguel García, académico de la Escuela de Arquitectura y Paisaje, Universidad Central. «Finalmente vamos a entender que la política pública, la electro movilidad hace un gran aporte. Pero como también conocemos la situación de nuestra cuenca, eso es uno de los elementos que disminuye la contaminación. Pero esta probablemente va a seguir existiendo”, insiste el experto.

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