Por querer hacer un bien, muchas familias en Chile podrían estar literalmente dañándose el cerebro. Suena drástico, pero es la conclusión de un estudio científico chileno al constatar que el triclosán, compuesto antibacteriano utilizado en muchos productos de limpieza, produce daño cognitivo.
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La investigación fue liderada por el doctor Genaro Barrientos, en el Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) de la Universidad de Chile y se publicó a fines de año en la prestigiosa revista ‘Frontiers in Molecular Neuroscience’, justo en medio de un debate global por las consecuencias negativas del polémico componente.
El triclosán se encuentra en pastas de dientes, jabones, lavalozas, champús, desodorantes, entre otros, y se usa por su capacidad antibacterial y de conservante.
«Para nuestra sorpresa, el efecto es bastante grande. Hicimos estudios en neuronas de cultivo in vitro y también expusimos a animales vía inyección intracerebrales en concentraciones muy bajas de este compuesto», explica el doctor Barrientos, académico de la Facultad de Medicina.
En efecto, las pesquisas dieron cuenta de que el triclosán alteró el funcionamiento de las neuronas. Más interesante, eso sí, fue el resultado con las ratas: se usaron seis animales de control y otros seis de prueba que, luego de tres inyecciones con un día de separación, fueron liberadas en un laberinto con una recompensa en el otro extremo ¿El resultado? los animales expuestos al tóxico fallaron y dieron vueltas sin sentido.
Eso demostró, según explica Barrientes, que el compuesto afecta seriamente a la memoria y el sentido espacial. Y lo peor: no se necesitan altas concentraciones del tóxico para producir el daño. «El llamado es derechamente a no usar estos productos», dice el científico.
El triclosán suele ser utilizado en productos que se venden con el plus de tener propiedades anti microbianas, sin embargo, la recomendación es otra: «Compre jabón vulgar y silvestre, eso es suficiente», enfatiza Barrientos.
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Estudios dan cuenta que la orina humana presenta cerca de 2 micromolares -unidad de medida de una sustancia- de triclosán, pero el estudio chileno sugiere que en concentraciones mil veces menores a la que se estima en las personas, los efectos ya son tóxicos.
La alerta, dicen los científicos, es especialmente sensible para los niños y las personas mayores, ya que el compuesto podría alterar el desarrollo y gatillar enfermedades neurodegenerativas. Por eso, el próximo paso de los investigadores es analizar las concentraciones de triclosán en cerebros humanos de chilenos, estudio trascendental y que aún no pueden comenzar por falta de fondos.
Una polémica global
La discusión sobre el triclosán está mucho más madura en Europa y Estados Unidos. Conscientes de los posibles daños, la concentración máxima permitida por la Unión Europea es del 0,3% para la pasta de dientes y productos cosméticos como jabones, desodorantes, geles de ducha y maquillajes, y del 0,2% para los enjuagues bucales.
En Estados Unidos se realizó una investigación que demostró la presencia de triclosán en más del 50% de los cordones umbilicales, lo que alerta de posibles daños a nivel intrauterino. En Australia, por su parte, un estudio de orina hecho a 2.400 personas comprobó que todos dieron positivo a la presencia del tóxico.
“El químico lleva mucho tiempo en el mercado y aunque su presencia está detallada en letra chica en cada producto, pensamos que lo más óptimo sería eliminarlo de los productos. La FDA ya ha retirado algunos y también existe una cierta regulación, pero eso no es suficiente, debemos cambiar la regulación», clama el científico Genaro Barrientos.
La preocupación en el mundo es tal, que la marca de dentífrico Colgate anunció en el pasado SuperBowl una fiesta de lanzamiento para su nueva línea sin triclosán, siendo la primera en tomar esta medida. De todas formas, en ese país ya se discute prohibirlo de frentón.