Trump, una vez más, busca eludir el poder del Congreso para lograr obtener los fondos necesarios para la construcción del muro.
Esta vez afirmó que podría declarar una emergencia nacional en la frontera sur en medio del conflicto que sostiene con los demócratas por el asunto fronterizo.
«Tengo el derecho absoluto de declarar una emergencia nacional”, dijo Trump después de alegar que otros presidentes lo han usado.
Pero, ¿qué significado tendría declarar una emergencia nacional?
Ante este panorama que mantiene a Trump en un callejón sin salida y con el cierre parcial del gobierno desde hace más de dos semanas, el presidente norteamericano busca la posibilidad de declarar una emergencia para evitar el poder del Congreso, aumentar las posibilidades de su proyecto y así alcanzar los fondos del Departamento de Defensa para lograr construir el muro sin necesitar la autorización del Congreso.
La situación de emergencia nacional está concebida en la Ley de Emergencias Nacionales de 1976. Pero su naturaleza fundamental se basa como una ley que permite al presidente saltarse la normativa del Congreso con poderes extraordinarios o, por el contrario, una medida de contención frente a cualquier extralimitación presidencial.
De esta manera, si Trump escoge esta vía y declara el estado de emergencia en la zona fronteriza, ¿de dónde saldría el dinero?
La ley básica exige al presidente que especifique de dónde obtendría los fondos que quiere emplear para terminar el muro. Desde la Casa Blanca se ha arrojado la posibilidad de derivar parte de los 13 mil 500 millones de dólares a disposición del Cuerpo de Ingenieros del Ejército para su intervención en zonas de desastre natural, según tres fuentes del Ejecutivo consultadas por el medio de comunicación NBC.
Con esta ley, recurriendo a la Sección 2808 del 10mo Título del Código Federal pertinente a la construcción militar, el proyecto estaría a cargo del ejército.
Y junto con ello el secretario de Defensa, Patrick Shanahan, «puede autorizar a los secretarios de los departamentos militares a asumir proyectos de construcción similar”, que no estarían autorizados por la ley y que son necesarios para respaldar el uso de las fuerzas militares.
Sin embargo, expertos afirman que esta medida sería inapropiada, ya que el estado de emergencia nacional se utiliza principalmente para guerras, una agresión y desastres naturales.
El senador Jack Reed, demócrata de mayor rango en la Comisión de Servicios Armados del Senado delcaró para AP que “no estamos en guerra con México, y el muro fronterizo propuesto no tiene una función básica”, para el Departamento de Defensa.
De tomar esta medida, se generaría una serie de impugnaciones que cuestionarían la autoridad como mandatario, pero para él es “la ruta fácil” para lograr un trato con el Congreso para que apruebe el presupuesto.
Se extiende el cierre parcial del gobierno y las consecuencias aumentan
La presión aumentada para encontrar una salida al callejón sin salida lleva tres semanas y mantiene cerradas partes del gobierno, reduciendo servicios y dejando a miles de empleados sin paga.
Aproximadamente 800 mil empleados, más de la mitad de los cuales todavía se presentan a trabajar, estaban por perder su primera paga el viernes debido al cierre, y Washington estaba cerca de fijar un récord negativo del cierre de gobierno más largo en la historia del país. Esos indicadores — junto con los efectos que ha tenido en parques nacionales, inspecciones de alimentos y la economía en general — tenían a algunos de los republicanos en el Capitolio cada vez más incómodos con las exigencias de Trump.
Al preguntarle por el apuro por el que pasan las personas que no reciben su sueldo, el presidente evadió el tema y dijo que se sentía mal “por las personas que tienen familiares que han sido asesinados” por criminales que atravesaron la frontera.
Con la Administración cerrada ya desde hace casi semanas y miles de funcionarios sin cobrar sus nóminas, Trump ha cancelado su participación en el Foro Económico de Davos, que se llevará a cabo dentro de dos semanas en Suiza.
El cierre parcial del gobierno llegaría a un récord la mañana del sábado, superando el cierre de 21 días que terminó el 6 de enero de 1996 bajo la presidencia de Bill Clinton.