El Liceo Augusto D’Halmar, ubicado en Ñuñoa y que resultó uno de los destacados en la última PSU, fue el escenario que escogió el Presidente Sebastián Piñera para anunciar este jueves la firma del proyecto para perfeccionar el Sistema de Admisión Escolar (SAE).
En el anuncio, el mandatario señaló que «este proyecto es parte de un programa que busca fortalecer el derecho preferente de los padres a elegir sobre el derecho a educación de sus hijos (…) La educación es un tema público y no hay que confundir lo público con lo estatal».
La iniciativa busca un borrón y cuenta nueva a lo dispuesto durante el mandato de Michelle Bachelet: reivindica a las pruebas de selección, permite las reuniones entre apoderados y autoridades del colegio en la etapa previa a la selección, además de permitir que los colegios de alta exigencia académica seleccionen hasta el 100% de su matrícula.
La ministra de Educación, Marcela Cubillos, señaló en la cita que “a través del proyecto queremos hacer justicia y reconocer el esfuerzo y mérito que hay atrás de cada una de esas familias. Nos parece que no reconocerlo es una injusticia».
Sin embargo, ¿qué opinan los expertos? Mauricio bravo, Investigador del Centro de Políticas Publicas de la U. del Desarrollo, dice que es un «avance sustantivo en cuanto a la calidad porque restablece al mérito como un mecanismo de selección».
El experto aplaude el hecho de que, en el caso de un establecimiento con excelencia, pueda elegir a la totalidad de su matrícula según el desempeño académico, teniendo en cuenta un 30% de niños vulnerables. Eso sí, pide claridad en todo el proyecto, como en la capacidad de colegios para solicitar un 30% de la matrícula para selección «según proyecto educativo».
Jaime Veas, Decano de la Facultad de Educación de la U.Central, dice que «nuevamente se instala la lógica de la segregación en educación. No somos partidarios de separar los más talentosos a un lado y los menos talentosos al otro», dice.
Veas fue ex jefe de la División de Educación General del Mineduc en el gobierno pasado, y cree que la arremetida de La Moneda viene a trastocar todo el apartado de inclusión que antes impulsaron. «En un establecimiento deben convivir personas de distinto origen cultural y socieconómico, de lo contrario vamos a construir dos países».
«Si bien tengo reparos con la ley de inclusión, éste proyecto es un retroceso tremendo», dice Cristopher Hidalgo, ex vocero de la Confech el año pasado. «Los méritos también son exógenos: pueden ser circunstancias o factores socioeconómicos. El ideal de un colegio es que convivan alumnos de distintos sectores y clases. Aquí lo que pasa es que están sobre ideologizando el mérito», opina.
