Ya han pasado dos semanas desde que abrimos los regalos que nos trajo el Viejito Pascuero el pasado 25 de diciembre. Sin embargo, en Rusia, el presidente Vladimir Putin recién se apresta para abrir los obsequios.
Tal como manda la tradición rusa este lunes 7 de enero se celebra la Navidad y el presidente ruso hizo algo que muchos niños sueñan: disparar un cañón. Pero… ¿por qué hoy?
Tras la revolución de octubre, Rusia adoptó en 1917 el calendario gregoriano. No obstante, la iglesia ortodoxa no aplicó el cambio y continuó rigiéndose por el calendario juliano, generando que la Navidad se celebre dos semanas después de lo que en Chile estamos acostumbrados.
Durante una visita a su pueblo natal en San Petersburgo el lunes, el presidente ruso visitó la Fortaleza Petropavlovsky, al margen del río Neva y jaló la palanca del obús que dispara un saludo diario al mediodía. El disparo del cañón es una tradición desde 1865.
La imagen dura de Putin estuvo a pleno para el evento: con la cabeza descubierta pese al frío invernal, parecía que se encogía ligeramente cuando el cañón rugía, pero luego se enderezaba con una leve sonrisa.