Este miércoles, el Banco Central anunció otro paso que marca un hito en los medios de pago: perfeccionar la norma que rige a los operadores de tarjetas y disminuir así las barreras de entrada para nuevos actores.
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La regulación se puso en consulta en agosto pasado, y recién esta semana se estipuló formalmente en el rubro. La modificación viene a flexibilizar, en parte, los requisitos asociados a las marcas internacionales de tarjetas y favorecer su relación con operadores establecidos en Chile.
Además, se establece una nueva modalidad de funcionamiento para los operadores: un ambiente interconectado donde puedan relacionarse entre sí. Con eso, dice el BC, ingresarán nuevas marcas de plásticos al mercado nacional, además de generarse nuevos modelos de negocios entre operadores, estableciendo nuevas alternativas a las ya existentes.
El arribo
Roberto Opazo, director ejecutivo de Khipu, ve en la nueva reglamentación algo especialmente provechoso para los usuarios. Desde ya, dice, propiciará en el futuro cercano el masivo arribo de las tarjetas de prepago. «El cambio permite la entrada de actores no bancarios con medios de pago basados en prepago. Por ejemplo, la tarjeta BIP es el ejemplo emblemático, que queda legalmente autorizada, si así se quisiera, para operar en otros contextos que no sean solo pagar el transporte», dice el cofundador de la plataforma de pagos.
Hernán Herrera, académico de Ingeniería Comercial en la U. San Sebastián, coincide en la lectura. El economista señala que «aumentará la oferta de marcas de tarjetas de pago, y se avanzará en la marcha de un modelo de cuatro partes, en las cuales se separan las actividades de emisión, adquirencia y procesamiento», cosa que era imposible en los años del monopolio Transbank.
Según los expertos, el futuro permitirá la llegada de dos tipos de tarjetas prepago: las banderizadas -aquellas al alero de Visa o Mastercard- y las de desarrollo propio. Opazo dice que la medida favorece la integración financiera, puesto que al plástico prepago podrán acceder aquellas personas que no cumplen con los requisitos de la banca para optar a las cuentas con débito y crédito.
Así, plataformas como Netflix o Amazon ya no serían lujo de aquellos que posean línea de crédito. Además, explica Herrera, «habrán mercados que anteriormente no estaban cubiertos por estos medios de pago, y que ahora sí lo podrán estar». Por ejemplo, en los plásticos prepago de formato cerrado, nuevos operadores podrán crear innovaciones que permitan, entre otras cosas, pagar servicios, flotas de taxis e incluso en ferias libres, por mencionar algunos casos.
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Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. El ejecutivo de Khipu señala que las empresas dedicadas a la adquirencia en los comercios siguen sufriendo barreras importantes. «Podremos aceptar pagos con tarjetas de crédito o débito que son procesadas por Transbank y mejorar nuestra oferta de medios de pago», aunque » no se puede procesar más que un 0,5% de las operaciones del operador al cual te estás integrando».
Además, Opazo dice que los nuevos operadores «tienen que partir por movilizando un millón de dólares. Eso descarta a todas las startup chilenas, porque está pensado para las empresas grandes».
