Gerente general de Ruvix – @stricio
Tanto en economía como en los mercados financieros, las expectativas juegan un rol fundamental, con un poder de predicción innegable. Es un hecho de que las bolsas o índices bursátiles de un determinado país, anticipan con aproximadamente nueves meses a un año los niveles de actividad de la economía del respectivo país.
En este contexto, se venía diciendo hace varios meses, que la situación económica de EEUU estaba viviendo uno de los ciclos económicos más favorables y extendidos de su historia, razón por la cual, cada vez estábamos más cerca de un debilitamiento de su economía. Sin embargo, a lo largo de todo el 2018, las cifras económicas de EEUU eran fantásticas y sus principales índices bursátiles, eran de los pocos que se mantenían en azul. Pero tanto va el cántaro al agua que al final se rompe, lo que ha desencadenado una ola de ventas en Wall Street, provocando una caída desde máximos en torno a 20% para el S&P 500 y del 23% para el índice tecnológico Nasdaq.
¿Se viene un 2019 muy malo para la economía global y las acciones se están anticipando? O ¿las caídas recientes son normales en un contexto de riesgo y EEUU solo se está acoplando al resto del mundo?
Entonces nos preguntamos ¿Se viene un 2019 muy malo para la economía global y las acciones se están anticipando? O ¿las caídas recientes son normales en un contexto de riesgo y EEUU solo se está acoplando al resto del mundo? Me quedo con esta segunda opción, ya que los temores en torno a la guerra comercial, el alza de tasas en EEUU y la desaceleración global, ya están curso y precisamente este comportamiento de los mercados lo manifiesta.
Teniendo en cuenta todo esto, lo más importante es evaluar los fundamentos de las empresas. Un buen ejemplo en EEUU es la acción de Apple, que ha caído más de 35% y está cotizando a niveles muy bajos respecto a sus utilidades. Es muy probable que sus resultados se vean afectados en el futuro, pero se puede considerar una buena oportunidad en estos momentos. En Chile, las acciones han caído en torno a 15% desde máximos y teniendo en cuenta la recuperación en el crecimiento de este año, las utilidades de las empresas deberían mostrar un repunte.
Esperemos que el pesimismo no se apodere de los mercados, ya que podría tener consecuencias muy negativas para las acciones, pero sobre todo para la economía. Esperemos sea solo un susto y mejor aún, una buena oportunidad para apostar por activos más riesgosos como las acciones en el 2019 y de paso, una recuperación de los multifondos de las AFP.
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