Mediante un comunicado, la embajada iraní en Chile negó tajantemente que su petróleo haya sido el causante de las intoxicaciones en Quintero, Puchuncaví y Talcahuano.
Esto, porque la Fiscalía allanó el pasado lunes la planta de Enap en Hualpén luego de establecer un vínculo entre la manipulación del crudo iraní y la crisis ambiental que se registró en dichas localidades en agosto.
En el escrito de la embajada, donde la Compañía Nacional del Petróleo Iraní (NIOC)es la que habla, niegan “la falsa acusación del órgano persecutor de Chile”. “Los terminales de exportación de Irán poseen los laboratorios más actualizados e instrumentos de medición de calidad; el petróleo exportado está bajo constante vigilancia durante ciertas horas del día”, se lee.
La defensa de la empresa estatal iraní llega luego de que la fiscal del Biobío, Marcela Cartagena, dijera con total seguridad este lunes que «el crudo iraní provocó los malos olores en los dos lugares (…) Lo que marca la diferencia es que en Quintero, parte de la sustancia llega a piscinas de decantación y ahí queda absolutamente libre al aire. Por eso lo que sucede en Quintero es mucho más grave y dura más tiempo».
Contrarios a eso, la NIOC dijo “no ha habido acusaciones serias contra Irán y las remotas posibilidades están bajo investigación”. Junto con eso, detalló que sus barriles son revisados anualmente por inspectores de la Organización Internacional de Normalización (ISO), que verifica la examinación, carga y exportación, antes de emitir licencias para la exportación.