Por tercer vez fue a declarar en dependencias de la Fiscalía Regional de la Araucanía, Carlos Alarcón, sargento del GOPE de Carabineros dado de baja, por su presunta participación en la muerte del comunero Camilo Catrillanca.
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Según se conoció, Alarcón prestó declaraciones por un lapso de dos horas frente al fiscal regional, Cristián Paredes, y al fiscal de dedicación exclusiva y de derechos humanos, Roberto Garrido, luego que se divulgara un vídeo que él grabó al interior de una comisaría y donde acusaba que lo obligaron a mentir y entregar «declaraciones falsas».
La toma de testimonio por parte de los fiscales busca determinar quiénes serían las personas que habrían obligado a los imputados a entregar hechos falsos, obstruyendo de esta forma la investigación.
La grabación de Alarcón generó una tormenta de gigantescas proporciones, que incluyó el llamado urgente a La Moneda de la plana mayor de Carabineros de Chile, encabezada por el general Director Hermes Soto.
En redes sociales y entre los reporteros de palacios, sobrevoló el fantasma de la destitución, incluso de la renuncia, pero tales especies fueron descartadas por el espaldarazo al alto oficial.