Está en todas partes. Proviene de autos y microbuses hasta vehículos de emergencia, pasando por bocinas y ladridos de perros. El ruido en Santiago ha sido un problema invisible del que ahora hay algunas pistas.
PUBLICIDAD
Desde el 15 de noviembre opera la Red de Monitoreo de Ruido del Ministerio de Medio Ambiente, que cuenta con siete estaciones en diferentes puntos de la capital.
La información de la primera semana revela que casi todos los puntos de medición superan la recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), de un máximo de 65 decibeles en el día y 55 en la noche.
La única estación con un promedio diario bajo los límites es la de Los Jacintos, en un sector residencial Maipú que es afectado por el tránsito de aviones. Solo la jornada del sábado de 17 noviembre alcanzó los 65 dBA, lo que bien pudo deberse a un evento aislado.
La situación contrapuesta se vive en la estación ubicada en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en Serrano con Alameda. El jueves 22 de noviembre se registró el día más ruidoso desde que se implementó el sistema, con un promedio de 73,8.
El peak en lo que ha transcurrido del viernes, mientras, se registró entre las 17 y las 18 horas en la Estación San Martín con 79,5dbA. El instrumento de medición se ubica, paradójicamente, en la sede del Ministerio del Medio Ambiente.
“La principal fuente de ruido en las ciudades es el transporte urbano, y ahí tenemos grandes desafíos. El gobierno del presidente Piñera está impulsando la electromovilidad, a través de la incorporación de 200 buses eléctricos al transporte público de Santiago al año 2019, lo que nos va a permitir reducir la contaminación acústica y mejorar la calidad de vida de las personas”, explica la ministra de esa cartera, Carolina Schmidt.
PUBLICIDAD
“El ruido es invisible, y nosotros queremos visibilizarlo porque las personas tienden a subestimar sus efectos sobre la salud de la población. El ruido ambiental afecta la salud de las personas. Puede provocar estrés, trastornos de sueño, propicia las conductas agresivas y, en casos más extremos, provoca pérdida auditiva. Por eso, esta red de monitoreo nos permitirá medir y evaluar las políticas públicas para mejorar la calidad de vida de todos nosotros”, añade la secretaria de estado.
De acuerdo a estimaciones de la autoridad, el 19% de la población convive con ruidos inaceptables durante el día, cifra que sube al 29% en la noche. De ahí la relevancia de tomar medidas.
«La primera medida es preventiva, tomando en cuenta que ahora esta información está disponible. Cuando uno va a arrendar o comprar un inmueble, es bueno informarse del nivel de ruido del lugar. Si los niveles son importantes, el aislamiento acústico de la vivienda es un elemento súper importante. Cuando el problema ya está, hay que identificar y reforzar la fuente más débil de aislamiento, que generalmente son las ventanas», recomienda Enrique Suárez, Ingeniero Acústico de la Universidad Austral de Chile.
«Es prematuro sacar conclusiones sobre los valores, pero sí ya nos van a permitir sacar una tendencia. Si somos capaces de identificar las principales fuentes de ruido y su influencia temporal en el entorno, vamos a poder diseñar políticas. Son estaciones que cumplen con el estándar internacional, por lo que son datos que están calibrados», sentencia el especialista.