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Mascotas robot: cada vez más cerca de la realidad

La robótica no solo está imitando humanos, sino que a animales también.

Miles de niños en Chile viven en departamentos o casas compartidas, donde se hace muy difícil tener una mascota. Ante esta realidad, las mascotas robot han ido ganando terreno, a través de los juguetes. Cómo no recordar a Furby o los Tamagotchi a finales de los 90’s y comienzos del nuevo milenio.

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Hoy los nuevos protagonistas de esta tendencia son los FurReal, robots de juguete idénticos a mascotas que traen muchas funciones para que los más pequeños de la casa interactúen. Y hay muchas variedades: Clarita la gatita, una monita llamada Zandi, el bebé dinosaurio Rex Glotón, Rock-A-Too el loro talentoso y Ricky el cachorro habilidoso.

Es importante que los niños comprendan que es un apego a un juguete y no a un ser vivo.

Todos lucen como cachorros de sus especies: peludos y muy adorables. Su programación incluye varias acciones para jugar, expresar cariño, alimentarlos y más. ¿Son una buena alternativa estos robots? Conversamos con John Paul Howard, gaming director Furia, quien señala que puede ser una buena alternativa «si se quiere probar que el niño es lo suficientemente responsable para tener una mascota».

Perritos, gatitos, loritos y más

Uno de los más populares es Ricky, que simula a un perrito. Al igual que un cachorro real, puede hacer trucos como balancear su hueso de juguete sobre su nariz y atraparlo con el hocico. Además, si presionas su pata, él la levantará para dártela amigablemente.

Los niños deben jugar a alimentarlo, pero a diferencia de un peluche inerte, el perrito responde de manera similar a como lo haría un animal de verdad. Todo gracias a una suma de sensores, que logran una simulación de gran calidad.

¿Mascotas exóticas? Estos pequeños robots de juguete también las imitan. Por ejemplo, el loro Rock-A-Too baila y canta, graba lo que escucha y lo repite y además cuenta chistes.

Posee más de 50 combinaciones de sonidos y movimientos y según señalan desde Hasbro «le gusta que le hagan cariño y lo elogien».

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Cada uno de estos animalitos robot cuenta con accesorios para interactuar con ellos. Por ejemplo, Clarita la gatita trae un biberón especial que se ve como si tuviera leche de verdad en su interior. Incluso hace sonidos al comer y al quedarse dormida ronronea.

Puedes alimentar a los perritos FurReal y responderán, gracias a sus sensores.

Es bueno, pero el niño debe entender que es un juguete

Carlos Zúñiga, psicólogo de la Universidad Católica está de acuerdo con John Paul Howard en que estos animados pueden servir como un entrenamiento previo a tener mascotas.

«Como todo juguete, videojuego o elemento de entretenimiento, siempre es importante el rol de los padres para guiar a los niños respecto a al apego», señala el especialista.

En este sentido, Zúñiga señala que «una mascota normal es diferente, porque está viva, el afecto es real. Pero también trae consigo una gran responsabilidad. Es importante que los padres evalúen en qué estaba se encuentra su pequeño».

«Además, convengamos que los niños más grandes es probable que no opten por una mascota de simulación, pero para niños y pre adolescentes, es una buena alternativa», añade.

¿Es malo depositar cariño en cosas tecnológicas? Según el psicólogo «todo depende de la supervisión». «No es la idea llegar a una obsesión. El niño o niña, tiene que tener claro desde el primer momento que, por mucho que adore a su juguete, este no tiene vida. Es una entretención y si tiene claro eso, pues simplemente que la disfrute», añade el especialista.

Sobre este tipo de productos, donde se interactúa como si fuera un videojuego, pero sin una pantalla de por medio, Howard los considera «todo un éxito». Para el gaming director de Furia «la pantalla no es la única forma de interactuar con la tecnología». «Que rico que este tipo de juguetes impulsen a los niños a jugar ‘como si tuviesen una mascota`», añade. «Pueden sacarlo de paseo o ir a jugar con él al parque, pero en una instancia segura», explica el especialista. Claramente, el animalito robot no se escapará ni morderá.

 

 

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