Este martes Nikki Haley, una de las mujeres fuertes del gobierno de Donald Trump, presentó su renuncia a su cargo como embajadora de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El presidente tuiteó en la mañana que tiene un «gran anuncio con mi amiga el Embajador Nikki Haley en la Oficina Oval a las 10:30 am».
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1049665483182694402
Más tarde, en conferencia de prensa confirmó la renuncia, que se hará efectiva «a fines de año», de quien fue la primera mujer en ocupar el cargo de gobernadora de Carolina del Sur.
El mandatario la calificó de una persona «muy especial», añadiendo que ella le dijo hace seis meses que tal vez podría tomarse un tiempo libre. Trump dijo que juntos habían «resuelto muchos problemas».
Aún no se conocen las razones que motivaron su sabida, sin embargo, Nikki Haley niega planes de postularse a la Casa Blanca en 2020.
Funcionarios de gobierno y de la administración del Congreso habían adelantado a la agencia AP que la ex gobernadora planeaba renunciar. Hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a emitir declaraciones antes del anuncio del mandatario.
La cara visible de estados unidos en la ONU fue nombrada para el puesto en noviembre de 2016 y el mes pasado coordinó el segundo viaje de Trump a las Naciones Unidas, incluida su primera vez en la presidencia del Consejo de Seguridad.
Haley fue gobernadora de Carolina del Sur, la primera mujer en ocupar el cargo donde desarrolló una reputación nacional como conciliadora racial: lideró la acusación de derribar la bandera Confederada en la Casa del Estado y guió a Carolina del Sur a través de uno de sus momentos más oscuros, la masacre en una iglesia negra. Fue reelegida en 2014.