Sorprendidos por tanto movimiento policial se manifestaron los vecinos de la calle Cabrero en Puente Alto. En la tarde de este miércoles una gran cantidad de detectives de la PDI llegó hasta el domicilio de un joven bien callado, tranquilo y hasta simpático con la comunidad. Se trataba de G. V., un «lolo» de 23 años que estaba siendo investigado por ser el presunto «hacker» peligroso que filtró los datos bancarios de 250 mil clientes de BancoEstado.
Los vecinos no lo podían creer. Al joven tímido, bueno para la computación -ingeniero en informática- y quitado de bulla lo buscaba personal de la policía civil para periciarles su computador y teléfonos. El plan era obtener pruebas para formalizarlo por sabotaje informático. Es más, estaba siendo acusado por el Gobierno por desatar la alarma pública pero en el barrio, la visión que tienen de él es muy distinta.
Ciber Robin Hood
Ello pues el muchacho no tenía problemas en abastecer de internet a quienes no podían o no querían pagar por ese servicio.
Esas mismas voces agregaron que desde niño siempre fue tranquilo y bueno para la computación.
Quedó libre
Cabe señalar que pese a que fue formalizado, el joven quedó el libertad pues no tenía antecedentes penales y no incurrió ni en el robo de dinero ni tampoco en el uso malicioso de este.
Por lo mismo volvió a su casa con las medidas cautelares de firma mensual y arraigo nacional.
Por su parte, el Ministerio Público seguirá investigando el caso ya que se supo que el investigado habría tenido contacto con otros dos personas, presumiblemente vinculados a las filtraciones.