La crisis en Quintero continúa. Desde que se decretaron las emergencias ambientales, los integrantes de la comunidad se han movilizado en busca de soluciones reales a la contaminación de la región, la que es generada por las empresas que se ubican en el borde costero.
Hasta el momento, las clases en toda la «zona de sacrificio» siguen suspendidas. Las autoridades fijaron un periodo de 48 horas, para esperar que no se repitan episodios como los que obligaron a trasladar a decenas de estudiantes a los centros asistenciales.
Uno de los actores principales de las manifestaciones en Quintero, han sido los estudiantes.
Con globos negros y carteles, los alumnos de los distintos liceos y colegios han alzado la voz exigiendo volver a clases. Eso si, advirtieron que no lo harán si es que no se cumplen condiciones mínimas, que aseguren el bienestar de la comunidad.
Tomas en Quintero
Alexis Rojas, estudiante del Colegio Santa Filomena y vocero de los secundarios movilizados de la zona, asegura que están dispuestos a tomarse los establecimientos de Quintero si es que los «obligan» a retomar las clases sin que se cumpla el petitorio que se trabajó entre los estudiantes.
«Nosotros buscamos que se endurezcan las normas en cuanto a las emisiones y que se congele las faena de las empresas más contaminante, esa es la única manera de que los seis colegios que cuentan con enseñanza media vuelvan a clases, de lo contrario nos tomaremos los establecimientos», aseguró el dirigente estudiantil.
El petitorio, y la idea de tomarse los colegios, que proponen los estudiantes fue respaldado por los profesores tras una reunión llevada a cabo hoy. «Ellos se unieron a nuestra lucha, tenemos un petitorio que representa a la comunidad escolar en su totalidad», cerró Rojas.
Los estudiantes ya fueron advertidos. Si es que no se registran anomalías en mediciones, las clases deberían reanudarse. La comunidad continuará con las manifestaciones y radicalizarán su postura si es que el «petitorio urgente» no obtiene una respuesta satisfactoria. La consigna esta plasmada en los carteles de los manifestante: «Morir luchando, de cáncer nicagando».
