- Presidenta de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech)
Los invito a conocer y a adoptar un nuevo paradigma económico. Uno que busca un desarrollo sostenible a largo plazo, más armónico con lo humano, incluso más amable con el medio ambiente y donde todos los elementos de una cadena de valor cumplen una función. La idea es repensar desde este nuevo modelo llamado economía circular, cómo reducir, reusar y reciclar.
En términos simples, la economía circular busca llevar una producción y gestión de los recursos lo más limpia y eficiente posible. Es decir, cambiar el foco y mirar el residuo como un recurso, el reusar como algo necesario, la reparación como un paso sumamente importante, el reciclaje como algo vital y el uso de energías renovables como un obligatorio.
En una economía circular se construye y reconstruye la salud de las empresas constantemente. Se requiere entonces, de una visión innovadora o emprendedora. Es un cambio de perspectiva y eso nos permite explorar cómo podemos rediseñar la forma en que funciona nuestra economía: diseñando productos que pueden «hacerse para que se vuelvan a hacer» y accionando el sistema con energía renovable.
En una economía circular se construye y reconstruye la salud de las empresas constantemente. Se requiere entonces, de una visión innovadora o emprendedora
Muchas compañías ya adaptaron sus procesos para disminuir su huella de plástico, la de carbono, ecodiseñar empaques, usar materias primas de origen vegetal o sencillamente se plantean el enorme desafío de ser una empresa con cero residuos.
Asimismo, varios emprendedores ya han tomado en sus manos el desafío de la economía circular, haciendo un negocio que ayude al medio ambiente y a la humanidad en su totalidad. Algunos ejemplos destacables son: Joyas Plástica, Suli, Karün, Green Libros, Granjeros, Neptuno Pumps y Klean Kanteen por nombrar algunas, aunque en Chile hay muchísimas más y estoy segura, serán millones en poco tiempo.
Chile como país tampoco se ha quedado atrás. Hace tan sólo algunas semanas empezó a regir la normativa que prohíbe la entrega de bolsas de plástico en el comercio en todo el territorio nacional, lo que nos hace un país pionero.
Tenemos, entonces que hacernos personalmente una pregunta clave ¿Con creatividad e innovación, podemos construir una economía restaurativa en todo nuestro actuar? Espero que la respuesta sea un sí rotundo a reducir, reusar y reciclar.
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