La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) recibió ayer otras dos denuncias por filtraciones de datos de tarjetas de crédito, pero sólo una corresponde a un nuevo “hackeo” como el ocurrido el miércoles pasado.
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La primera de estas denuncias fue recibida por la SBIF a las 9:00 horas, una segunda filtración de información de 4.149 tarjetas de crédito. Tras efectuar los trabajos de confirmación, contraste y análisis, fueron identificadas como una sección de las tarjetas filtradas el miércoles pasado, es decir, no se trataba de nuevas tarjetas.
Posteriormente, a las 15:50 la superintendencia fue informada de una tercera filtración de datos correspondientes a 55.106 tarjetas. La SBIF determinó que de éstas, 54.593 corresponden a tarjetas extranjeras, tanto de crédito como de débito.
En todo caso, aclaró que se trata mayoritariamente de tarjetas inactivas. Además, de las nacionales, 188 corresponden a tarjetas bancarias. Los bancos ya han procedido al bloqueo de las tarjetas que se encontraban activas, advirtió la SBIF.
Asimismo, la superintendencia indicó que continúa analizando este incidente y recabando antecedentes al respecto, y que con el objeto de nutrir la investigación que lleva adelante el Ministerio Público a raíz de la denuncia presentada por la SBIF, la información recabada será puesta a disposición de la Fiscalía Centro Norte.
Finalmente, la SBIF enfatizó que continúa en contacto directo con los emisores y operadores de las tarjetas de crédito y débito nacionales y que mantendrá al público oportunamente informado.
El miércoles pasado, hackers internacionales conocidos como los ShadowBrokers publicaron los datos de un número aproximado de 14.000 tarjetas de crédito, pertenecientes a distintos emisores nacionales y extranjeros. Los cibercriminales difundieron en Twitter el número de tarjeta, el número de seguridad (CVV) y la fecha de expiración de estos productos. Los bancos las bloquearon apenas se conoció la información.