Un tercio de los universitarios del país tiene malos hábitos alimentarios y presenta mal nutrición, por exceso de consumo de alimentos poco saludables, y sedentarismo, según un estudio realizado por un grupo de académicos y nutricionistas.
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La información aparece hoy en El Mercurio y se trata de una encuesta de la Universidad San Sebastián a 1.418 alumnos de seis planteles entre Antofagasta y Temuco.
De ellos, solo el 44% de los estudiantes consume desayuno todos los días, mientras que la mitad come menos de tres veces a la semana comida casera. En cambio, más de un tercio de ellos ingiere golosinas y frituras al menos una vez a la semana.
Lo mismo pasa con el alcohol, que si bien abunda más entre los hombres, en promedio, el 26% de los universitarios toma más de un vaso todos los fines de semana.
Al consumo de productos poco saludables se suma que las porciones de frutas y verduras están muy por debajo de los requerimientos nutricionales. Solo el 7% de los jóvenes come la cantidad de fruta recomendada por día y el 26%, en el caso de los vegetales.
Los universitarios y el sueño
Samuel Durán, investigador de la U. San Sebastián y quien estuvo a cargo del estudio, afirma que los universitarios son un grupo de más de 1,1 millón de personas del cual las políticas públicas se han olvidado y están en una situación «preocupante».
Según dijo, el problema se da porque «los alumnos se desprenden de la familia, dejan de consumir alimentos caseros y empiezan a elegir por sí mismo qué, dónde y cuándo comer». Si a eso se suma que estos jóvenes generalmente tienen poco dinero y horarios distintos cada día, terminan comiendo «chatarra y mucho picoteo, que es más rápido; duermen mal, y toman mucho alcohol», asegura Durán.
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La falta de horas de sueño es también común entre los universitarios. En promedio, estos estudiantes se acuestan después de la medianoche, y como consecuencia, un 35,8% sufre somnolencia diurna. Según el informe, ocho de cada diez universitarios no duermen la cantidad de horas recomendadas.
Finalmente, Durán explica que para tener una vida saludable es necesario dormir al menos ocho horas, y agrega que «hay una asociación entre dormir poco y el incremento de riesgo de sobrepeso».