Para desviar las sospechas de una relación directa entre la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y el azúcar, se realizó en Estados Unidos un estudio epidemiológico que fue publicado por el American Journal of Epidemiology.
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La investigación, cuya duración fue de 16 años, se basó en la medición de los biomarcadores de azúcar en la orina de más de 80.000 mujeres.
El estudio fue realizado por un grupo de investigación perteneciente a varias instituciones y universidades de los Estados Unidos (College of Health Solutions – Universidad de Arizona, la División de Ciencias de la Salud Pública – Universidad de Seattle, Facultad de Medicina de Harvard – Boston, entre otros).
Dicho estudio, mediante el cual se mantuvo en observación durante 16 años, a una muestra de más de 80.000 mujeres, ha dado lugar a resultados inesperados: el azúcar (definido como el total de azúcares tales como sacarosa, fructosa, lactosa) no es causa directa de diabetes tipo 2, ni de enfermedades cardiovasculares.
Un estudio certero, ante una realidad de «mitos»
La información del estudio, puede ser sorpresiva en una primera instancia, pero no. La nutrióloga de la Clínica Santa María, doctora Ana Claudia Villarroel, señaló a Publimetro que existe una suerte de mito alrededor de la diabetes. «Este tema generalmente se mal entiende, no es el azúcar propiamente tal el que genera la enfermedad, sino que la obesidad, el sedentario, los antecedentes familiares y la edad», agregó.
«Generalmente se hace esta relación porque el azúcar es lo que más rápidamente descomponga al paciente diabético. Pero si la persona tiene los factores de riesgo controlados, la situación es diferente», añadió.
La suma es sencilla según la especialista: más azúcar son más calorías no nutritivas, y por ende, se genera obesidad. «Explicándolo de manera sencilla, la hormona de la insulina se comunica continuamente con el medio ambiente en el que se encuentra», señala la especialista.
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Al consultarle si se impresionaba con el resultado del estudio, contestó enfáticamente que «no». «Algo similar sucede cuando dicen que las personas que consumen más sal son propensas a tener hipertensión», señaló. Ese sería otro mito según la especialista, pues el factor clave sería mantener una vida saludable y una dieta equilibrada.
«Más que localizarse en el azúcar, es el exceso de comidas procesadas el que nos está llevando a índices elevados de estas enfermedades», concluyó la especialista.