PUBLICIDAD
Los cuatro chicos que salieron el domingo en una urgente y peligrosa operación que requirió que bucearan a través de los estrechos, oscuros y retorcidos pasadizos de la cueva están contentos y en buen estado de salud, según las autoridades.
«Esta mañana dijeron que tenían hambre y que querían comer khao y grapao», dijo el gobernador de la provincia de Chiang Rai, Narongsak Osatanakorn refiriéndose a un plato tailandés de carne frita con chile y albahaca que se sirve con arroz.
Sin embargo, los chicos están pasando exámenes médicos en la capital de la provincia y no han podido tener contacto cercano con sus familiares por temor a infecciones. Los parientes sí pudieron verlos a través de un cristal, apuntó el gobernador.
Thai health officials: rescued boys will now be in isolation for 1-2 days, inside a sterilized isolation unit, meaning no physical contact with their parents. A heartbreaking, necessary precaution at a time when all these kids and parents want to do is give one another a hug. pic.twitter.com/4efURwzBIF
— Matt Rivers (@MattRiversCNN) July 8, 2018
El doctor Thongchai Lertwilairattanapong, inspector del departamento de salud de Tailandia, explicó que los cuatro niños rescatados se sometieron a una serie de pruebas en el hospital Prachanukroh en Chiang Rai.
Thongchai al diario tailandés Kom Chad Lek, que los niños deberían poder ver a sus parientes cercanos más tarde este lunes después de que se completen las pruebas, pero advirtió que no debe haber contacto físico hasta conocer los resultados de los análisis de sangre.
Los visitantes solo podrán reunirse y hablar con los pacientes», dijo. «No abrazarse ni tocarse y [los visitantes] deben dejar una distancia de uno a dos metros de los pacientes hasta que se conozcan los resultados de sus análisis de sangre», dijo el médico.
El primer ministro tailandés, Prayut Chan-Ocha, llegará esta tarde a la zona de operaciones para supervisar el amplio dispositivo de rescate, en el que participan 90 buzos: 40 tailandeses y 50 de otras nacionalidades.
El rescate mantiene en vilo al público tanto en Tailandia como a nivel internacional, y periodistas de todo el mundo viajaron hasta esta localidad próxima a la frontera con Myanmar para reportar el desenlace de la historia.
PUBLICIDAD