Sophie Ward (24) escogió Beijing, China, como destino para sus vacaciones en 2008, donde asistió con su familia a ver los Juegos Olímpicos. En ese momento no sabía que acariciar a un panda cambiaría el rumbo de su vida.
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Tras el viaje, la joven británica y campeona nacional de natación comenzó a sentirse mal, sufría dolores, infecciones, migrañas, malestar en la garganta e intolerancia a los alimentos, según recoge Metro.
Si bien el malestar comenzó pocas horas después, no fue hasta los cuatro años que los síntomas se agravaron hasta el punto que tuvo que dejar sus clases, la natación y su sueño de ser campeona olímpica.
«Me dolían mucho los músculos y las articulaciones. Seguí yendo a los médicos, pero tratan todas estas cosas por separado», indica.
La mujer, que permanecía sin diagnóstico, empeoraba cada día más. «Mi salud empeoraba pero empecé a ocultar los síntomas y a mentir sobre ellos porque sentía que la gente no me creía», asegura al medio.
Lyme
Nueve años después de su visita a China, fue diagnosticada con la enfermedad de Lyme, una infección bacteriana que las garrapatas infectadas pueden contagiar a los humanos.
Según las deducciones que han podido sacar, Ward habría sido mordida por una garrapata en el momento en que acarició a un panda en su viaje a China.
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«Mi sueño olímpico se desvaneció fue desgarrador. Una mordedura de una garrapata cambió completamente mi vida», confesó.
Sophie ahora está usando un tratamiento a base de hierbas ya que su cuerpo es demasiado débil para tomar antibióticos y se dedica concientizar e incentivar las investigaciones sobre la enfermedad de Lyme.
