Ser madre no es tarea fácil y la Duquesa de Cambridge está más que de acuerdo. Y es que si bien hay momentos alegres que cambian la vida, hay días en los que no se puede ver la luz al final del túnel. Kate Middleton ha estado ahí y el que esté casada con un príncipe, no le quita las responsabilidades, el compromiso y los conflictos de tener hijos.
Kate descubre que la experiencia de ser madre ha sido «gratificante y maravillosa» pero que todavía enfrenta dificultades y desafíos que a veces han provocado que se sienta insegura. Además, reveló que, por mucho que ame ser madre, ha sido un «gran desafío» y ha pasado por un momento difícil al pasar de ser una persona independiente a una persona que se encarga de cuidarla, ante todo.
«Personalmente, ser madre ha sido una experiencia tan gratificante y maravillosa. Sin embargo, a veces también ha sido un gran desafío, incluso para mí que tiene apoyo en casa que la mayoría de las madres no tienen», reveló en la serie de documentales ‘Out of the Blue’.
Tener herederos al trono puede venir con mucha presión, pero Prince William y Kate Middleton parecen manejarlo como profesionales. Aunque según ABC News, la idea de más niños agota a William, quien afirma que si hubiésen tenido gemelos con el tercer embarazo de Kate, como muchos especulaban, se hubiese vuelto loco.
Pero vamos, Kate es una guerrera. «Incluso para mí, que tengo el apoyo en casa que la mayoría de las madres no tienen, nadie puede realmente prepararte para la experiencia de ser madre «,afirma. Sobre la maternidad dentro de la casa real, dijo que «hay muchas emociones complejas de alegría, entre agotamiento, amor y preocupación, todo mezclado. Tu identidad cambia de la noche a la mañana «.
Y es que sin importar que esté casada con un príncipe, no hay un libro de reglas sobre cómo ser la madre perfecta, lo cual a veces puede provocar miedo y falta de confianza. «Solo tienes que inventarte y hacer lo mejor que puedas para cuidar a tu familia».
Kate sin duda se ha convertido en un ícono en muchos sentidos pero sin duda, lo que más ha sorprendido, ha sido su capacidad para cuidar a sus tres hijos y cumplir con sus tareas de royal al mismo tiempo.
Para empezar, sus ojos siempre están enfocados en sus hijos, no en las cámaras o los periodistas que siempre la rodean. Es una forma de crear un vínculo especial entre ellos sin importar el circo que haya alrededor.
Kate tampoco permite que el escenario público afecte su lazo con sus hijos. Ella es una madre divertida, después de todo. Siempre se le ve con una gran sonrisa de dientes, de esas que son contagiosas y que indican espontaneidad. Además, siempre se inclina al nivel de sus pequeños cada vez que se sienten abrumados, ansiosos o simplemente cansados. Ella está constantemente escaneando para asegurarse de que estén bien.