Gustavo Petro e Iván Duque se encuentra en los lados opuestos del espectro político y difieren en casi todos los temas urgentes que enfrenta el país sudamericano.
IVÁN DUQUE
Con solo 41 años, Duque tiene una corta carrera política y es el presidente más joven que Colombia desde el siglo XIX. Representante del Centro Democrático, un partido de talante conservador fundado por el ex presidente Álvaro Uribe.
Duque propone reactivar la economía mediante la reducción de impuestos a la empresa privada, la inversión en la inversión en los sectores petroleros y mineros y hacer modificaciones al acuerdo de paz en el 2016 entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que ahora es un partido político.
Al respecto, Duque ha mencionado la renegociación de la amistad con los excombatientes involucrados en el narcotráfico y la prohibición de que los comandantes ocuparan cargos públicos prometidos en el acuerdo hasta que confesaran sus crímenes y resarcieran a las víctimas.
Estas ideas le han ayudado a liderar las encuestas electorales, aunque la ventaja de 20 puntos que ostentaba después de la primera ronda ha disminuido en los últimos días de la campaña y el acuerdo a un sondeo ha dejado un Petro, su rival, solamente seis puntos atrás .
Algunos analistas temen que la modificación de los incentivos incentiven a algunos guerrilleros a retomar las armas y complique las negociaciones con la guerra del Ejército de Liberación Nacional (ELN), otro grupo insurgente que actualmente dialoga con el gobierno.
Duque es hijo de un ex gobernador de provincia, pero pasó la mayor parte de su vida profesional ocupando cargos medios en el Banco Interamericano de Desarrollo en Washington. Ingresó a la política en 2014, cuando el expresidente Uribe lo invitó a ser parte de la lista al senado del Centro Democrático.
En la primera ronda del pasado 27 de mayo, Duque obtuvo el 39% de los votos.
GUSTAVO PETRO
Es el candidato de Colombia Humana, un partido nuevo que tiene el apoyo de varios movimientos de izquierda.
Petro, de 58 años, ex alcalde de Bogotá que militó en la desmovilizada guerrilla del M-19, niega que quiera convertir a Colombia en una Venezuela, como lo dicen sus detractores, con sus iniciativas sociales para reducir la pobreza y la desigualdad que implican cambios al sistema de salud y de educación.
Los críticos de Duque sostienen que su eventual llegada a la presidencia, además de poner en riesgo el acuerdo que se firmó con las FARC para acabar un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados, dificultará cualquier posibilidad de alcanzar la paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Petro, se compromete a dar continuidad al acuerdo de paz, pero sus iniciativas de acabar con las industrias extractivas de petróleo y minería, de subir los impuestos a las tierras improductivas para comprarlas y entregarlas a los pobres provocan temor entre los empresarios y en los mercados.
Los contrincantes de Petro lo acusan de cambiar la opinión por conveniencia y el momento en que llega el presidente se convierte en Colombia en «otra Venezuela». En respuesta, el candidato ha dicho que propondría las políticas moderadas para reducir las inequidades sociales y que no quiere convertir un país en un régimen autoritario basado en la explotación de recursos naturales.
Para ganar estas elecciones, el número de votos que obtuvo en la primera vuelta fue el 25% de los sufragios.
El reto de consolidar la paz
En 2016, el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, firmaron un acuerdo de paz que puso fin a cinco décadas de conflicto. El pacto fue elogiado en todo el mundo pero su puesta en marcha ha sido lenta y estuvo sembrada de obstáculos. Ahora, Colombia se prepara para el balotaje de las elecciones presidenciales el domingo, y los aspirantes tienen ideas radicalmente opuestas sobre cómo llevar a cabo el acuerdo.