La medicina cada día apuesta más al valor humano, pues tomar en cuenta este factor contribuye con la óptima recuperación de los pacientes. Hoy recogemos el digno ejemplo de un equipo de médicos que decidió operar a la muñeca de una niña para esta se sintiera mucho mejor.
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El cirujano Andrew Lodge emprendió un especial tratamiento complementario con una pequeña niña de cinco años con la intención de que su recuperación y tratamiento post operatorio brindara los mejores resultados.
La niña Mical Olaiz de Durham, que padece el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, es atendida en el Duke Children’s Hospital, del estado de Carolina del Norte (Estados Unidos), pero no sólo ella fue atendida por los médicos, también Mía, su muñeca.
Los profesionales de la salud emprendieron la intervención quirúrgica de la muñeca preferida de Mical para que ella se sintiera mejor y, además asumiera la existencia de sus cicatrices sin lugar a traumas.
«Hacer esta cirugía en la muñeca es algo pequeño pero que pudimos hacer para ayudar a que uno de nuestras pacientes se sienta un poco mejor y más acompañada“, contó el médico a People.
«Mientras son bebés o chicos pequeños no se dan cuenta de las cicatrices que les quedan por las operaciones, pero a medida que crecen empiezan a concentrarse cada vez más en ellas y en la imagen de su cuerpo, por lo que pueden llegar a sentir que la cicatriz los hace diferentes al resto de los chicos», explicó el jefe del equipo de médicos.
La vanguardista terapia es una herramienta para ayudar a los pequeños pacientes. “Tal vez al hacer que su muñeca pase por algo similar a lo que le tocó vivir a la nena se pueda colaborar con que ella se sienta más confiada con su cicatriz y con todo lo que le tocó atravesar», concluyó.
Por su parte, la niña Mical comentó: «Estoy muy feliz de que tenga una cicatriz como yo. Hace que Mia (la muñeca) sea grandiosa y yo también”, dijo la nena que pelea contra esta afección desde que estaba en el vientre de su madre.
