Durante décadas, los colombianos votaron con la vista puesta en el sangriento conflicto con los rebeldes armados que remecían al país y su política.
Sin embargo, ayer acudieron a las urnas en las primeras elecciones presidenciales desde la firma de un acuerdo de paz con el mayor grupo rebelde del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que pusieron fin al conflicto, y valoraron asuntos como la corrupción , la desigualdad, el índice de criminalidad y las relaciones con la vecina Venezuela, azotada por la crisis.
Dos visiones
Los dos principales candidatos, el ex senador conservador Iván Duque y Gustavo Petro, antiguo guerrillero y alcalde de la capital, presentaron visiones dramáticamente diferentes respecto a lo que quieren para Colombia, como en lo económico y en el futuro de su divisivo proceso de paz durante una campaña polarizadora marcada por una ola de sentimiento antisistema.
“Si él gana, tiene la oportunidad de cerrar algunas de estas divisiones en Colombia”, dijo Michael Shifter, presidente del centro de análisis Dialogo Interamericano, sobre Duque. “Pero la gran duda es ser el papel de ex presidente Álvaro Uribe”, principal protector del ex senador de derecha y en cuyo gobierno el ejército cometió serias violaciones de los derechos humanos.
Por su parte, Petro y su plataforma populista han sido comparados por los críticos con el fallecido líder socialista venezolano Hugo Chávez, de quien el candidato era admirador. Llevó a Chávez a Colombia en 1994 poco después de su salida de prisión, donde entró por un golpe militar, y esta relación lo tiene perseguido durante la campaña.
Petro señaló que el modelo económico venezolano no funciona y se presentó como un “firme adversario” del actual presidente del país vecino, Nicolás Maduro.
Además de en la economía, también difieren respecto a la implementación del acuerdo de paz, tema que siguen siendo polímero entre un gran número de colombianos que piensan que muchos términos son generosos para los guerrilleros desmovilizados. Petro respalda el pacto mientras que Duque dijo que necesita “correcciones”.
Los que también van por la presidencia
Otros candidatos, el ex alcalde de Medellín Sergio Fajardo y el ex vicepresidente alemán Vargas Lleras, tienen opciones para dar la sorpresa.
Fajardo, quien se atribuye la transformación de Medellín de hervidero de delitos a destino turístico en crecimiento, defiende un programa para erradicar la corrupción y aumenta los programas sociales. Vargas Lleras prometió crear más de un millón de nuevos puestos de trabajo.
El fantasma del fraude
En los días previos a la primera ronda de las elecciones, Petro acusó a las autoridades de no abordar un problema en el software de votación que, según se dijo, podría derivar en fraude.
Esto generó indignación entre sus rivales y provocó una rara intervención en la campaña del presidente saliente, Juan Manuel Santos, quien dijo que los “extremistas de izquierdas son lo mismo que los extremistas de derecha: inventan fraudes donde no existen”.
