“El Cholito argentino”: Condenado a un año de prisión por despellejar a un cachorrito

Esta semana se llevó a cabo un juicio de  un caso emblemático en Argentina: el de la muerte de “Chocolate”, un perro labrador de apenas tres meses que el año pasado fue despellejado en vida y murió luego de una semana de terrible agonía.

La justicia cordobesa condenó ayer a un año de prisión condicional al peluquero Germán Gómez por la muerte del perro “Chocolate”.

El caso se transformó en símbolo de lucha contra el maltrato animal en la provincia, sin embargo, la justicia dispuso que permanezca en libertad dado que carece de antecedentes penales y la condena es de ejecución condicional.

Sin embargo, recibió la máxima pena posible, ya que estaba imputado por violación de domicilio y maltrato animal, delitos que contemplaban una pena de entre 15 días y un año de prisión. El peluquero deberá realizar tareas comunitarias durante dos años en un municipio y notificar de sus actividades.

Este caso causó trascendencia en las redes sociales por la bestial agresión y violencia animal. Tras la brutal agresión en contra del cachorro se organizaron diversas manifestaciones bajo el lema “Todos somos Chocolate”, en la que organizaciones defensoras de los derechos de los animales y vecinos de San Francisco reclamaron que se agravaran las penas por el maltrato animal.

Los avances en la sensibilización respecto del maltrato animal deben anotarse como un logro reciente. En Argentina existe una ley que reprime el maltrato animal desde hace más de sesenta años, pero su aplicación sobre casos concretos ha sido en ese lapso muy esporádica.

En Chile también se ha avanzado al respecto con la Ley sobre tenencia responsable de mascotas y animales de compañía, también conocida como ley «Cholito»,  en memoria de un perro que fue apaleado por tres personas hasta matarlo. En base a esta normativa, y con respecto a los maltratos, se modificó el artículo 291 del Código Penal, aumentando las penas en caso de protagonizar este delito. Entre el «maltrato» se incluye el abandono, sacrificio como sistema de control, adiestramiento para fomentar su agresividad y la organización de peleas como forma de espectáculo.

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