La familia de la futura princesa y esposa de Harry no es tan perfecta como muchos piensan. A pocos días de la boda real más esperada del año, Meghan Markle se mantiene nerviosa por la presencia de algunos allegados a su familia que no fueron invitados a su ceremonia.
¿La razón del posible dolor de cabeza de la princesa? La llegada a Heathrow de sus sobrinos Tyler y Thomas Dooley, junto con su madre, Tracy Dooley, y la novia de Tyler, Sandra Bazan, todos procedentes de Oregón.
Y es que pocos conocen que algunos allegados de Meghan tienen una larga colección e historial de borracheras, peleas, conflictos y bancarrotas.
Los Dooley son conocidos en Oregon por fomentar la industria del cannabis (marihuana). Tyler ejerce como orgulloso agricultor de ‘cannabis’ y su hermano Thomas suele suministrarle marihuana a su perro para aliviar el dolor, mientras que su madre Tracy se encarga de la promoción de la mercancía.
Lo cierto es que nadie los invitó al enlace nupcial y ya se encuentran en Heathrow para la boda de Meghan y el príncipe Harry.
El padre de Tyler y Thomas es Thomas Markle, el hermanastro de Meghan Markle, una persona con un largo historial de violencia. Recientemente, calificó a su propia familia como “Los Simpson de la futura princesa”.
En enero pasado, Thomas padre fue detenido por apuntar con una pistola a su novia Darlene Blount, tras una noche de borrachera y diversión con unos amigos.
Otras de las rechazas y que no asistirá a la boda es otra hermanastra de Meghan, Samantha Grant, de 52 años, quien vive en Florida y sufre esclerosis múltiple. En abril aseguró que está preparando un libro con un título muy revelador: ‘El diario de la hermana de la princesa trepa’. Con Meghan no cruza palabra desde hace nueve años.
Sin duda que esta nueva rama familiar de la futura princesa dará mucho de qué hablar en los próximos meses al revelar más sobre la vida de Meghan Markle.