Jair Bolsonaro, es el precandidato de extrema derecha que pretende convertirse en presidente de Brasil en las elecciones que se disputarán en el próximo mes de octubre. Bolsonaro, que ha sido acusado por políticas locales y por diarios internacionales como Le Monde de ser machista, misógino y homófobo, tiene en la actualidad un 15% de intención de voto. Es la segunda opción para los electores brasileños, solo por detrás del ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado el pasado 8 de abril por corrupción y lavado de dinero.
«El político más odioso y repulsivo del planeta»
Bolsonaro ha sido descrito en algunos medios como «el funcionario electo más odioso y misógino en el mundo democrático» y posiblemente el político más repulsivo de la tierra.
Hay una larga lista de comentarios públicos y entrevistas dignas de aprensión para explicar la notoriedad de Bolsonaro. El político ultraconservador apoya abiertamente la tortura. También tiene una opinión positiva sobre la brutal dictadura militar que gobernó Brasil durante más de dos décadas y con frecuencia ha encabezado los titulares en todo el mundo por comentarios despectivos sobre personas de raza negra, homosexuales y mujeres.
En su intento de sacar provecho de la sacudida de América Latina hacia la derecha, Bolsonaro se describe a sí mismo como un Trump tropical: un cruzado a favor y en contra del establishment establecido para drenar el pantano en el que se hundió la capital futurista de Brasil.
Su colección de frases estridentes es interminable: “los gais son producto del consumo de drogas”, “el error de la dictadura fue torturar y no matar”, “los policías que no matan no son policías” o “las mujeres deben ganar menos porque se quedan embarazadas”
Denunciado por racismo
Este ex policía, actual senador y uno de los representantes más visibles de la ultraderecha en la región, Jair Bolsonaro fue noticia en estos días al ser denunciado por racismo luego de comentarios ofensivos contra grupos indígenas, afrobrasileños y la comunidad LGBTI.
La denuncia la hace la fiscal Raque Dodge por comentarios como “no mereces ni que te viole” a una defensora de los derechos humanos; “¿Qué padre quiere llegar a su casa y ver a su hijo jugando a las muñecas por influencia de la escuela? Quien enseña sexo es el padre y la madre”; “el error de la dictadura fue torturar y no matar” o cuando se refirió a las ‘quilombolas’ -o palenques para comunidades afrodescendientes- diciendo que “no hacen nada y no sirven ni para procrear”.
“Por Dios, no se puede decir nada en este país”, dijo Bolsonaro que además calificó a la periodista Patrícia de Oliveira Souza Lélis, de “prostituta y vagabunda”,