Una nueva edición del Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género, realizado por el Movilh se dio a conocer. La versión decimosexta del texto sobre minorías sexuales más consultado en Chile trae una cifra impactante: los casos de homofobia y transforma aumentaron en un 45%.
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Conversamos con Ramón Gómez, investigador del Movilh y autor del informe publicado.
1.- Como organización, ¿Cómo les impactó el aumento en la cifra de homofobia y transfobia?
Importante es aclarar que la ciudadanía y la sociedad chilena no son más discriminatorias que en el pasado. Todo lo contrario, el términos generales hay una gran apertura sociocultural como país.
Pese a ello, lo ocurrido en 2017 es muy lamentable y lo recibimos con tristeza, pues el alza de casos y y de denuncias está relacionada con situaciones que bien pudieron prevenirse.
Por ejemplo, cuando advertimos que la circulación en Chile del autodenominado «Bus de la Libertad» solo generaría más episodios de violencia contra las personas en razón de su orientación sexual o identidad de género, no fuimos escuchados, y el vehículo transitó sin problemas contando con la autorización del Estado de Chile. El resultado fue personas agredidas física y verbalmente en la vía pública sólo por ser LGBTI.
Es decir, el Estado permite que discursos de odio de emitan sin obstáculos y confunde ello con la libertad de expresión. No entender que los discursos de odio son caldo de cultivo para la violencia y relacionar ello a la libertad de expresión, refleja irresponsabilidad, ignorancia y total falta de empartía con los sectores más vulnerables.
2.- ¿Qué medidas creen que podrían colaborar a frenar esta realidad? ¿Desde qué áreas?
En Educación se debe seguir con políticas públicas que orienten y sensibilizan desde la más tierna infancia sobre el respeto que merecen todas las personas, sea cual sea su orientación sexual.
Con todo, lo faltante es una ley que sancione la incitación al odio.
En la actualidad cualquiera puede acusar a las personas LGBTI de antinaturales, enfermas, inmorales o peligrosas para los niños, sin recibir sanción alguna. La situación es gravísima pues los discursos de odio legitiman la violencia física o psicológica. De ahí la importancia de contar una ley que sancione la incitación al odio.
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Además, el Estado debe implementar medidas para enfrentar la violencia cada vez que se dan pasos pro-igualdad-. Debe comprenderse que cada avance a favor de las personas LGBTI provoca que los sectores homofóbicos o transfóbicas actúan con más violencia e irracionalidad. Así ocurrió por ejemplo cuando la joven Carla Gonzalez Aranda, hija de la vocera del Bus del Odio, dio conocer su testimonio a favor de las personas trans; cuando la presidenta Bachelet firmó el proyecto de ley de matrimonio o cuando los tribunales permiten el cambio de nombre y sexo legal de niños/as trans. Estos son muy importantes avances, pero deben ir acompañados de estrategias para paliar la violencia con que reaccionan a los mismos los opositores a la igualdad.
3.- ¿Cuáles creen que son los desafíos pendientes de los chilenos como sociedad para abrirse a una mayor inclusión?
Junto a los cambios normativos y de políticas públicas, los chilenos y chilenas debemos practicar, lo que predicamos. En la actualidad, según todas las en encuestas, la mayoría de los chilenos y chilenas rechaza la discriminación a personas LGBTI y de declara a favor de la inclusión.
Empero, una buena parte de esos mismos chilenos y chilenas, rechaza la adopción homoparental o el matrimonio igualitario. Es decir, rechaza que todos debemos ser iguales ante ley. Esta contracción debe superarse para avanzar como sociedad a mayor inclusión.
El Estado, por su parte, requiere internalizar que los derechos humanos son universales. Se respetan o no se respetan. En Chile no se respeta un derecho fundamental, como es la igualdad legal, pues las personas LGBTI son marginadas de ciertos derechos solo por su orientación sexual o identidad de género. Entonces el Estado debe reconocer que violenta derechos humanos y tras ello adoptar medidas para cesar de estos abusos.