Hoy prácticamente todos los colegios del país iniciaron sus clases, sin embargo, quizás no todos los estudiantes volverán este año con sus compañeros no por repitencia o por salir de cuarto medio, sino porque tienen que enfrentarse a una situación compleja durante la adolescencia: el embarazo.
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Según un documento entregado por Ley de Transparencia a Publimetro, el 50% de las mujeres que quedan embarazadas mientras cursan su educación escolar no continúan sus estudios. Tendencia que se ha mantenido durante los últimos cinco años.
Si bien el informe entregado por el Mineduc da cuenta que el embarazo en mujeres que se encuentran matriculadas en algún centro educativo (desde 14 a 41 años) ha tenido una baja importante en los últimos cinco años (42%), pasando de 1.769 casos registrados en 2013 a 1.030 en 2017.
Sin embargo, la situación es preocupante si se considera que del total de estudiantes embarazadas en el último año, el 40% de ellas son adolescentes de entre 14 y 17 años. Cifras que se repiten en años anteriores pero que también ha ido a la baja en los últimos cinco años, que pasaron de 1.050 casos en 2013 a 422 en el año pasado.
Por otro lado, los establecimientos que más declararon tener alumnas embarazadas matriculadas son los subvencionados (552 casos a nivel nacional) y los subvencionados particulares (452).
Embarazo es la tasa más alta de deserción
A pesar que las cifras de embarazo juvenil han disminuido, sólo la mitad de las alumnas embarazadas continúan sus estudios al año siguiente. Tendencia que no ha variado desde 2013.
Al respecto, la directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa), Débora Solis, afirma que «la principal causa de deserción de las jóvenes en el sistema escolar se debe al embarazo y sobre todo a la maternidad. Esto es entendible pero no es justificable porque habla de la vulneración que sufren las niñas».
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«Actualmente hace falta un protocolo de protección social que garantice que una adolescente pueda ser madre sin dejar necesariamente de estudiar. Que se le garantice salud, apoyo de servicios sociales, ayuda en pañales, leche y cuidado», afirma Solis.
Menos recursos, menos escolaridad
La directiva de Aprofa advierte que una de las razones por la cual las estudiantes dejan de estudiar se debe principalmente a la falta de recursos
«Hoy las niñas que más desertan son justamente las más pobres, las que vienen de sectores más vulnerables y que no cuentan con el apoyo del Estado, de sus familias ni sus parejas», agrega la especialista.
Análisis que es compartido por la vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), Sara Robles, «el Estado no brinda cobertura si las compañeras quieren o no seguir estudiando. No me extraña que quienes pueden seguir estudiando sean quienes tengan un mejor ambiente familiar o mayores ingresos económicos, mientras que el otro 50% probablemente tienen que salir al campo laboral o buscar algún tipo de ingresos, lo que genera que los estudios pasen a un segundo plano».
Falta de educación sexual
La vocera de la coordinadora de estudiantes es tajante al expresar que la génesis de este conflicto se debe a la falta de un programa de educación sexual que asegure el derecho de las estudiantes a tener acceso a la información.
«La raíz tiene que ver con que actualmente no existe un plan de educación sexual implementado en todos los liceos que prevenga este tipo de situaciones. Hoy las compañeras no tiene derecho a tener información previa sobre qué significa el cuidado en las relaciones sexuales como anticonceptivos; y la misma situación pasa con las infecciones de transmisión sexual. Situación que se da aún más en los colegios precarizados», argumenta Robles.