Una cobarde agresión se vivió en Valparaíso por parte de un grupo de jóvenes alcoholizados durante el año nuevo.
Anita Urrejola, de 76 años, se encontraba en su edificio en el Cerro Alegre para las fiestas de fin de año. En el lugar, se había habilitado un mirador para poder ver los fuegos artificiales de aquella noche.
Su marido, Eduardo Vilches, explicó al diario La Estrella de Valparaíso que en su comunidad existe el acuerdo de que quienes no tienen vista directa a la costa, tienen su espacio reservado en los lugares comunes del edificio para poder presenciar la pirotecnia porteña.
Cuando la pareja de ancianos llegó al lugar, notaron que estaba lleno de jóvenes alcoholizados, invitados por un arrendatario de otro piso. Según afirmó el anciano al mismo diario, él se dirigió civilizadamente a los muchachos quienes le respondieron con agresivos improperios.
La situación se volvió intensa, y fue en ese momento cuando Anita quiso intervenir para que se fueran, pero fue empujada por uno de ellos, lo que provocó que la anciana rodara por las escaleras hasta quedar ensangrentada en el piso de su edificio.
La mujer terminó con una fractura expuesta y debió ser trasladada hasta el Hospital Carlos Van Buren. Posteriormente la llevaron al hospital Clínico de Viña del Mar.
Anita sufrió un corte en la frente y una fractura expuesta en su brazo. Al siguiente día debió ser operada y los médicos le pusieron aluminio en su extremidad derecha. A pesar de la millonaria cuenta hospitalaria, la abuelita aún sigue internada y presenta un cuadro de anemia.
A pesar de que el agresor se dio a la fuga, y no supieron nada más de él, Anita afirmó en el mismo medio local que no olvidará su rostro, y que llegará hasta las últimas consecuencias legales para que el joven pague por su agresión.