Este lunes, tras 10 meses tras las rejas, el ingeniero comercial Rafael Garay Pita (40) consiguió irse a casa. Su defensa solicitó cambiar la medida cautelar a arresto domiciliario total y su petición fue escuchada. ¿Los argumentos? Irreprochable conducta anterior además de la colaboración que había tenido el imputado con el caso. Fue el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago el que dio el visto y bueno a esta moción que se ejecutara este mismo lunes.
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En conversación con Publimetro, Daniel Celis, el abogado de Garay, explica las claves de sus argumentos. «Las circunstancias que se tuvieron a la vista para señalar por qué mi defendido tenía arraigo se modificaron: mi representado ahora tiene un hijo recuperó la relación de pareja y además está sometido a un tratamiento siquiátrico por las patologías que lo afectan».
Riesgo de fuga
Tras conocerse la decisión, el fiscal a cargo del caso, José Morales, criticó el hecho indicando que existe un «evidente» riesgo de fuga de parte de Rafael Garay.
«El imputado todavía arriesga una pena alta considerando la reiteración de delito y que no hay reparación del mal causado, considerando el escaso monto que el imputado ha depositado que en promedio no supera los $150 mil por cada víctima, que han sido estafadas algunos casos en más de $100 a $120 millones de pesos», declaró el persecutor.
A juicio de Celis estas críticas son «exageradas». Al respecto afirma que «la razón es bien práctica: Rafael es una persona es totalmente pública y bastante conocida, donde lo vean se van a encender las alarmas. Yo no creo que haya riego de fuga. Además, su pasaporte está en poder de Gendarmería».
Duros días en la cárcel
Rafal Garay estuvo 10 meses en el anexo Capitán Yaber, es decir, cerca de 300 días. Estando ahí lo pasó mal: tuvo que entregar sus bienes raíces, tuvo que recomponer su relación con su pareja y, estando tras las rejas se enteró del nacimiento de su hijo.
Sobre los sentimientos de angustia y depresión que vivió en esas jornadas, Celis aclaró que «son situaciones que indudablemente vivió».
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Es más, indica que todo se volvía más complejo a causa de un problema con el alcohol que aún tiene que superar del todo. «Yo no tengo antecedentes de adicción a las drogas, pero sí al alcohol. Él estuvo en tratamiento, que es mucho más fácil de llevar cuando estuvo privado de libertad. Ahora, eso tiene que continuar y que tiene diagnosticarlo un profesional».
En ese sentido, para Celis «el cambio es indudable. El Rafael Garay que entró es completamente distinto al que se va. Esta es una persona que está con tratamiento, que tiene ganas de reinsertarse a la sociedad y en un plazo no muy alejado, quiere devolverle el dinero a las víctimas. Hay informe sicológicos, siquiátricos que así lo acreditan».
Futuro
El ingeniero comercial que fue deportado desde Rumania perdió todos sus bienes en una parte del proceso: ya no tiene casa. ¿Dónde cumplirá el arresto domiciliario? «Su pareja arrienda un departamento en el centro de Santiago y ese es el domicilio que declaramos», aclara Celis. Agrega que ahí un Carabineros tendrá un punto fijo para velar que esta cautelar se cumpla.
Para él, este nuevo escenario «incluso es bueno para la Fiscalía, porque tendrá más plazo para investigar». En ese sentido indica que en el futuro próximo espere que el Ministerio Público y los querellantes apelen a la decisión del Juzgado y, una vez transcurrido esto, que se concrete la acusación.
«Después de eso vamos a ver si deciden llevar a Rafael a un juicio oral, lo que a mi juicio sería un error, o bien se acoge terminar la causa en un procedimiento abreviado. Esto último es lo queremos nosotros porque no es necesario malgastar recursos del Estado para un proceso que, en su pena, va a ser igual en ambos casos», sentencia el defensor.
