La OCDE rebajó sus proyecciones de crecimiento para la economía chilena en 2017, pero las elevó para 2018, en un contexto marcado por la mejora de la demanda externa y una política monetaria más flexible.
En su informe semestral de perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) avanzó una subida del producto interior bruto (PIB) del 1,5 % este año y del 2,9 % el siguiente, lo que supone una décima menos en el primer caso y una décima más en el segundo respecto a hace seis meses.
El organismo apuntó que, a medida que las exportaciones y la inversión empresarial progresen, habrá un fortalecimiento del mercado laboral que a su vez redundará en una reducción de la disparidad de los ingresos y en un estímulo del consumo privado.
El crecimiento de la economía chilena, según su análisis, se está recuperando, y la confianza empresarial mejora ayudada por tasas de interés históricamente bajas, una mayor demanda externa y mejores precios del cobre.
El organismo da su aprobación a la política monetaria y recuerda que el Banco Central de Chile bajó los tipos de interés del 3,5 % en diciembre de 2016 al 2,5 % el pasado mayo, muy por debajo de lo habitual.
Los tipos de interés, que determinan el costo de los créditos, son uno de los instrumentos utilizados para mantener la inflación controlada y la institución bancaria prevé ajustarla de forma progresiva a mediados de 2018.
La OCDE destacó también la intención de las autoridades chilenas de rebajar el déficit del Ejecutivo central del 2,7 % del PIB en 2017 al 1,9 % el año que viene.
Su informe adelantó igualmente que la reforma educativa, la simplificación de la regulación de las exportaciones y el emprendimiento y nuevos programas de apoyo para las empresas elevarán la inversión.
Advirtió, no obstante, de que una caída de la inversión en infraestructuras podría pesar sobre el crecimiento a largo plazo, si el actual plan de incrementar los proyectos entre entidades públicas y privadas no se materializa.
La OCDE alertó igualmente de que los principales riesgos para el crecimiento de la economía chilena están vinculados con la evolución de las materias primas y con la situación de sus principales socios comerciales, como China, EEUU y los países latinoamericanos.