Carla González Aranda decidió hablar. Ante más de 20 periodistas y en un reducido espacio al interior del Movilh, la joven de 19 años contó su historia. Ella es hija de Marcela Aranda, una de las dirigentas que trajo al autodenominado «Bus de la Libertad» a Chile.
Identidad
Ella nació como un hombre y esta semana inició los trámites para cambiar su nombre y sexo legal bajo la asesoría de la reconocida organización de apoyo a la comunidad LGBTI. Hace dos años comenzó un proceso hormonal sin la autorización de su madre.
Carla aún se reconoce creyente, su familia biológica era evangélica y pese a que se sintió discriminada por su madre, la joven señaló «Yo creo que Dios ama a todos”.
Sin contacto con su madre
Durante 3 meses el Movilh ha estado asesorando y apoyando a Carla en este proceso. Mientras que hace ya 3 años que la joven no tiene contacto con su madre. Es decir, dejó de hablar con ella cuando sólo tenía 16 y era menor de edad.
Marcela Aranda, su madre, aún la trata de «hijo», como dejó de manifiesto en un comunicado publicado luego de que se informara que la hija de uno de los dirigentes de dicho bus revelaría su condición trans. No acepta que su hijo cambiará su nombre a Carla y que se siente, viste e identifica como mujer.
Ante cualquier duda, Carla fue clara en señalar que «el Movilh no me está usando, solamente quería hacerlo público para poder brindarle apoyo a todas las personas que están pasando por una situación parecida a esta, que se puede salir adelante sin importar las circunstancias».