Dos agencias turísticas chinas han sido multadas por ofrecer tours al Vaticano, país con el que China rompió relaciones diplomáticas hace más de 60 años, por lo que ésas y otras empresas del sector se han visto obligadas a retirar ese destino en sus viajes, informó el diario oficialista Global Times.
PUBLICIDAD
Las agencias multadas son Tuniu y Tongcheng, que recibieron una sanción de 300.000 yuanes (45.562 dólares) por realizar negocios con países que no están en la lista de destinos autorizados por las autoridades (otro al que ofrecían tours era el archipiélago pacífico de Palau, también sin lazos con China).
Las medidas son consecuencia de una reciente inspección de las autoridades de turismo chinas a las ofertas de las agencias este otoño y el próximo invierno.
La lista de destinos autorizados por China está formada por 127 países (la semana pasada se incluyó en ella Panamá, tras el establecimiento de lazos diplomáticos entre ambos gobiernos, que conllevó la ruptura de vínculos oficiales entre las autoridades panameñas y las de Taiwán).
La exclusión del Vaticano sorprende por el hecho de que Italia sí es un destino autorizado para los turistas chinos, y no hay límites fronterizos entre la Santa Sede y el resto de la ciudad de Roma, por lo que es difícil que pueda controlarse la entrada de turistas chinos si se encuentran en la capital italiana.
Además, se informó de estas medidas en un momento de cierto acercamiento entre China y el Vaticano, por la decisión conjunta de cooperar en la celebración de dos históricas exposiciones de arte.
En 2018, los Museos Vaticanos y la Ciudad Prohibida intercambiarán unas 40 valiosas piezas de sus colecciones para la celebración de una exposición en la Santa Sede y otra en Pekín que marcan una colaboración sin precedentes.
China y el Vaticano rompieron sus lazos diplomáticos en 1951, después de que el entonces recién creado régimen maoísta expulsara a misioneros católicos de ese país, y actualmente siguen enfrentados por cuestiones como el nombramiento de obispos, ya que Pekín no acepta que Roma designe cargos eclesiásticos en territorio chino.