La situación seguía confusa el jueves en Zimbabue al día siguiente de un golpe de Estado militar que llevó a mantener al presidente Robert Mugabe en arresto domiciliario a pesar del alineamiento sin falla al mandatario del cuerpo militar durante sus 37 años en el poder.
La figura de Mugabe siempre ha sido controvertida: dijo una vez que iba a gobernar Zimbabue hasta los 100 años, llevando al extremo la caricatura del déspota africano dispuesto a todo para mantenerse en el poder. Aplaudido en 1980 como héroe de la independencia, el jefe de Estado en actividad más anciano del planeta, 93 años, fue retenido en su domicilio este miércoles por las fuerzas armadas, tras mantenerse 37 años en el poder.
El ex prisionero político convertido en un líder de la guerrilla llegó al poder después de que el gobierno de la minoría blanca se viera obligado a negociar, ahogado por las sanciones económicas y la amenaza creciente de la insurgencia. Pero su brillo inicial no tardó en desvanecerse.
-Su segunda mujer, una ex secretaria, 41 años menor que él, que está entre los candidatos a sucederlo, dijo que incluso pasados los 80 años se levantaba antes del amanecer para hacer ejercicio.
-También ha causado notable indignación internacional su fobia hacia los homosexuales, que considera «peores que los cerdos».
-Celebraciones millonarias-
Zimbabue es uno de los países más pobres del mundo y donde, curiosamente, casi toda la población ha sido “millonaria” alguna vez.
Su PIB per cápita lo clasifica como el tercer país más pobre del mundo, un lugar en el que solo el 30% de la población tiene trabajo.
A pesar de esto, su presidente no duda en celebrar su cumpleaños por todo lo alto. Cada año la suma de lo que se gasta en el que parece ser su día favorito del año aumenta: 440.000 euros por sus 89, 730.000 euros por sus 90 o 914.000 euros por sus 92.
Con un coste estimado de un millón de dólares, estas celebraciones descomunales suscitan la ira de una población que, en su mayoría, carece de trabajo y sufre escasez de alimentos.
El año pasado, para los 92, Robert Mugabe sirvió a sus invitados carne de elefante, de búfalo y de antílope, así como una enorme tarta de 92 kilos.
Esta vez, a estos festejos sin mesura se añade una polémica de carácter histórico.
La fiesta se celebró en el parque nacional de Matobo (sur), cerca del lugar donde están enterradas las víctimas de una de las represiones más sangrientas ordenadas por Mugabe.
En febrero de 1982, su tristemente conocida 5ª brigada, entrenada en Corea del Norte, masacró en esta región de Matabelelandia a unas 20.000 personas, muchas de ellas seguidoras de Joshua Nkomo, ex vicepresidente y luego rival de Mugabe.
«Esto no debería ser un lugar de celebración», declaró a la AFP Mbuso Fuzwayo, portavoz del grupo de presión Ibhetshu Likazulu. «Toda la región es una escena de crimen donde los huesos de las víctimas de las masacres de Gukurahundi están enterrados».
-Grace Mugabe: la primera dama que quería suceder al dictador más longevo del mundo-
Nacida en Sudáfrica, la primera dama se mantuvo alejada de las cuestiones políticas del país al principio del matrimonio. Era más conocida por sus desenfrenados viajes de compras o por controversias como la denuncia de un fotógrafo británico que aseguró haber sido golpeado mientras intentaba sacarle una foto en Hong Kong.
Incluso antes del casamiento, Grace malversó alrededor de USD 660.000 de fondos del Estado para construir su propia mansión de 30 dormitorios que llamó «Gracelands». Cuando se dictaminó que la construcción de la propiedad era ilegal, vendió la mansión a los libios por cuatro millones de dólares y retuvo los beneficios.
La sucesión de Mugabe siempre ha estado alimentada a base de rumores, incluso su mujer aseguró que su esposo sería elegido incluso muerto.»Verán a la gente votar por el cadáver de Mugabe», vaticinó. Pero desde hace meses que la segunda esposa del «camarada Bob», no esconde su voluntad de suceder a su esposo. De hecho, terminó por obtener de él, la semana pasada, que destituyera al vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, de 75 años, un militante histórico del combate por la independencia, cercano a los militares y presentado hasta ahora como su delfín.
De ella se dice que es «agresiva» y «poco tolerante». Esta descripción está muy vinculada a un suceso que tuvo lugar este 2017, cuando fue demandada en Sudáfrica por agredir a dos mujeres. Una de las víctimas, una joven de 20 años llamada Gabriella Engels, afirma que se encontraba en un hotel con amigos cuando fue golpeada por la primera dama, que se alojaba en la habitación contigua.
-Desviar aviones para ir de compras-
Según consigna el diario El Mundo, la práctica de desviar aviones de la línea aérea nacional para uso exclusivo de Robert Mugabe y su esposa, Grace Marufu, forma parte de la mejor tradición de este país.
Según una investigación que realizó el año pasado el semanario zimbabuense The Independent, durante la década de los 90 el presidente de la nación africana viajó a más de 150 países y gastó en gasolina más de 295 millones de euros.
Por eso el hecho de que el boeing de Air Zimbabue que debía aterrizar en el aeropuerto de Gatwick el 8 de diciembre terminara en Barcelona y hubiera dejado en tierra a casi un centenar de pasajeros tampoco mereció especial cobertura en el Daily News. El diario simplemente significó que a los afectados hubo que pagarles otras tantas habitaciones a 200 libras (327 euros) por cabeza. La particularidad de este periplo estribó en su singular objetivo: comprar azulejos y sanitarios en la localidad española para la mansión que se está construyendo la pareja presidencial.