La semana pasada, un youtuber venezolano identificado como «Zamanuelzz» subió un video a la red titulado «no vengas a Chile si…», en el que entregaba varios consejos a los extranjeros que buscan instalarse en este país. De esta manera, hacía un llamado a pensarlo dos veces a quienes odian sismos, el frío, el consumo de marihuana y los modismos que se usan en nuestra tierra.
«Si hay algo que caracteriza a los chilenos, es la manera de hablar», advierte a sus compatriotas. «Aquí tienen muchísimos modismos, es muy divertida la manera en que hablan. Pero si eso es algo que no están dispuestos a negociar y no les gusta, entonces no vengan a Chile», agrega.
¡Pucha! Extranjeros «no cachan»
El video de «Zamanuelzz» se volvió viral y en siete días consiguió sobre las 248 mil visitas, gracias a esta observación que no es nueva entre extranjeros. En mayo pasado, el youtuber mexicano Alejandro Velasco subió un video titulado «100 días de Chile» donde reparaba en la utilización de palabras como «guagua» y «guatita» que le causaban mucha risa, pero también dificultad. ¿Qué opinan otros extranjeros residentes en Chile?
Para Neilim Villegas (24), venezolana que llegó a Chile hace cinco meses, la expresión «pucha» ha sido una de las más difícil de entender. «Me cuesta ubicar en contexto esa exclamación».
Su compatriota Ángel Sierra (26) agrega que, tras dos años viviendo en el país, todavía le complica expresiones como «cachai» y «¿te tinca?»
«No entendía la relación y el acento que ustedes le dan, al final es complicado», sostiene.
Su visión es compartida por Esperanza Clevo (30), dominicana que lleva más de 3 años en el país. «El ‘cachai’ fue lo más gracioso que me encontré».
Europeos se complican con el ‘cuático’
Aquellos que han atravesado el atlántico para llegar a Chile también tienen complicaciones. Es el caso de Laura Campos (22), española que llegó hace 2 años al país.
«Los dos modismos que más me cuesta saber cuándo debo usarlos, y que vendría siendo lo mismo que no entenderlos, son ‘cuático’ y ‘brígido'», afirma la joven.
Denis Fernández (32), su compatriota, afirma que más gracia le causaron términos como ‘engrupir’, ‘parada en la hilacha’ y también, como Laura, ‘cuático’.
¿Por qué les complica tanto?
«El chileno articula mal», reconoce el periodista y profesor de castellano, Jaime Campusano.
«Los días jueves son ‘jue’e y la felicidad es ‘felicidá’. Entonces los chilenos hablan un español particular, el español ‘chileno'», explica el académico.
Advierte que la mutación del lenguaje es un hecho y que todas estas expresiones tan propias del país «forman parte del metalenguaje que la sociedad va creando».
Por eso, para él, «la recomendación a los extranjeros es que se vayan adecuando. Eso pasa con todo ámbito: si una persona viene al país, tiene que acostumbrarse al metro, a la política, a la iglesia y, por supuesto, también al lenguaje».
Con el objetivo de que no sea tan complicado para ellos, también aprovecha de pasar el dato del libro que escribió él.
«A los chilenos les pediría que les expliquen o bien a los extranjeros y que le regalen el librito de los ‘Chilenismos y Shilenismos’ que escribió quien habla», finaliza cachiporréandose.
Origen de las palabras
Con la ayuda del mismo profesor Jaime Campusano, en Publimetro quisimos averiguar el origen de algunas expresiones que son poco comprendidas por los extranjeros.
-Profesor, me han dicho algunos españoles que no entienden el término ‘cuático’, ¿de dónde viene?
Para entender esa expresión tenemos que viajar al pasado. Todos los circos chilenos en los años 20 tenían un show final que lo hacían los payasos y se llamaba “sinfonía acuática”. Consistía en que se paseaban por todo el circo tirándose agua: quedaba la ‘tendalá’. Como empezó a popularizarse el ‘acuático’ como sinónimo de la mansa pelotera, por la mutación propia de las palabras el término derivó en ‘cuático’.
– ¡Qué cuático! ¿Y la expresión ‘bígrido’?
– Esa tiene un origen policial. La población Santa Brígida, en un momento de la historia, fue conocida como la más terrible del país. Y eso que eran dos pasajes no más. El tema es que ahí no podían entrar ni ‘los pacos’. ¡Era imposible! Ahí se tomó el ‘brígido’ para referirse a algo peligroso. Ahora con el tiempo, ‘brígido’ pasó a ser bacán, incluso.
– Esta no la dijeron los extranjeros, pero igual sé que les causa gracia: ‘pololear’ ¿De dónde lo sacamos?
El pololear viene de la época en que se registró el incendio en la Iglesia de Compañía, muchos años atrás. Ahí don Miguel Claro perdió a sus hijas, su mujer, sus nanas a todas sus mujeres. Quedaron muchos viudos. Entonces él junto a otros decidieron crear las primeras compañías de bomberos. En la solapa de los trajes, las primeras compañías decidieron incorporar un bichito metálico en su solapa: una chinita, un pololo, un insecto en general. A la compañía de Santiago le tocó el pololo, como bicho. Entonces, cuando los chicos que pertenecían a esta bomba intentaban conquistar a las chicas, le entregaban esta insignia las niñas. Desde ese momento, se transformaban en pololos.
– Gracias, profesor, chaíto
– Chabela, Chacabuco, Chayam