«Amigas, si algún día van a una fiesta, tienen trabajo y se les hizo tarde o cualquier circunstancia no les permite llegar a tiempo a su casa o el regreso resulta peligroso o inseguro, pueden escribirme y con gusto, sin importar el día ni la hora son bienvenidas en mi casa». Así comienza la campaña viral en Facebook donde mujeres invitan a otras mujeres a alojarse en su casa de ser necesario si es que se siente en riesgo.
Esto, a raíz del femicidio de Mara Fernanda Castilla en México, la estudiante de 19 años que fue encontrada muerta luego que tomara un Cabify la madrugada del 8 de septiembre para ir a desde una fiesta hasta casa.
Hecho que provocó manifestaciones en todo el país y la detención del conductor del automóvil en el que se trasladó, hasta el momento el único imputado del caso.
Campañas de protección entre mujeres
Incluso, el impacto de la noticia trascendió las fronteras y llegó hasta Chile. «Es mejor quitarnos la pena, que permitir que nos quiten la vida. Hay que cuidarnos entre nosotras», es parte del mensaje de esta campaña que busca que entre mujeres se cree la cultura de la protección, idea que también se ha instaurado con otras campañas como ¡Cuidado! El Machismo Mata de la Red Chilena contra la Violencia hacia las mujeres.
Respecto a este tipo de campañas, Lorena Astudillo, vocera de la Coordinación Nacional de la Red Chilena, afirma que «estas son campañas que nos hablan directamente a las mujeres y en las que nos hablamos directamente a nosotras siempre son positivas».
«La campaña El machismo mata a apuntado a fortalecer el mensaje entre mujeres y también la complicidad entre nosotras, la sororidad. Ahora respecto a la campaña de Facebook Mi Casa es tu casa me parece que es maravillosa. Primero por el hecho de reconocer que nos estamos cuidando, compartiendo nuestro espacio, cambiando lo peligroso de un lugar dando el espacio de acogida», agrega la abogada feminista.
Lo importante es ver cómo las mujeres que lo están compartiendo lo hacen real. El segundo paso es contar los relatos de cómo fue, de cómo me quedé sin lugar y contacté a esta compañera que publicó en Facebook y de cómo lo pasamos. Pero ahora viene el acto y contarlo, para que así muchas otras nos atrevamos», finaliza Lorena.