Más falso que abrazo de políticos. Así es el audio que está circulando en Whatsapp, que dura 8 minutos y que anuncia un terremoto de magnitud 10 para Valparaíso que devastaría. La fecha tentativa va entre el 28 de septiembre y el 8 de octubre según lo que indica «Cecilia», una supuesta vidente que se escucha en el audio, que asegura que tiene miedo y que por eso quiere alejarse de Chile.
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¿Qué tan cierto es? «El terremoto de máxima magnitud que ha ocurrido en el mundo ha sido un 9,5 de Valdivia en 1960», dice Mario Pardo, subdirector del Centro Sismológico Nacional (CSN) de la Universidad de Chile y asegura que es imposible predecir un evento de magnitud 10.
De hecho, punto por punto desmiente el audio:
– El protagonista del audio es alguien que está en una estación de monitoreo
En el archivo que se está difundiendo, aparece «Gus» una persona que eventualmente trabajaría en una estación de monitoreo sísmica y que, de hecho, estaría analizando los movimientos de tierra en el país. ¿Es alguien que trabaja en el CSN?
«No. Nosotros somos el Centro Nacional de la Universidad de Chile con procedimientos científicos y toda nuestra información es pública. Incluso hay disposición para hablar de este tipo de rumores, porque eso son, son rumores», afirma Pardo. Por lo tanto deben estar tranquilo: no era nadie de esa institución.
– La fecha del supuesto terremoto
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“Puede ser entre el 28 de septiembre o el 8 de octubre”, dice la «pitonisa» ¿Se puede anticipar la fecha de un terremoto?
«Es imposible. No se puede hacer un pronóstico en el tiempo», dice Pardo. Cuenta que el método científico para predecir uno son las alertas tempranas de sismo y que Chile no tiene una. Sí comenta que desde el CSN «hemos hecho una propuesta a la Onemi» para que se instale una, pero aún así, estos métodos permiten alertar de un sismo con un margen de sólo segundos y no de un lapso de tiempo de semanas.
«No hay método científico en ninguna parte del mundo para hacer un pronóstico asertivo con fechas tan definidas», declara el especialista. «Yo siempre hago la misma analogía: trate de adivinar cuándo me voy a morir. Haga todos los estudios científicos, los exámenes y usted puede decir que yo estoy bien de salud, pero si de pronto salgo calle y me atropellan, ¿cómo pronosticar eso? Entonces, como es imposible hacer un pronóstico sobre mi muerte, es imposible también saber cuándo va a haber un terremoto porque faltan muchas variables».
– Vacío sísmico en Valparaíso
“El terremoto este viene con muchas muertes. ¿Cuál es mi miedo? es que el terremoto active el vacío de Valparaíso”, agrega Cecilia en el audio. ¿Es cierto?
El subdirector del CSN dice que efectivamente hay vacíos sísmicos, pero que esa información se ha sabido desde siempre. «El más famoso es el norte de Chile, que tuvo su último episodio en los años 80 del siglo pasado. A lo largo del país también hay algunos lugares donde no ha pasado nada desde 1800. Está el de Copiapó, por ejemplo, donde su último terremoto quedó registrado en 1922 y el de la Zona Central, donde el último megaterremoto fue en 1730».
Sin embargo, reitera que estos datos no justifican una alerta como la que se escucha en el audio del Whatsapp. «Imposible precisar la fecha, tal como le mencionaba», reitera.
– Bomba de Kim, ¿adelantaría un terremoto?
“Hoy he leído que el loco coreano este (Kim Jong-un, líder de Corea del Norte) está enviando una bomba atómica al mar. ¿Va a generar que se va adelantar el terremoto?», inquiere la mujer. ¿Podría pasar?
«No. La radiación no puede provocar ningún terremoto grado 10», contrapone Pardo. «La explosión sí podría generar algún tipo de ola en el Pacífico y que podría llegar a Chile pero va a ser muy menor. En términos de magnitudes, las últimas pruebas que ha hecho Corea del Norte han generado impactos del orden al 5 a 6 en magnitud, ni comparable con una tipo 9. Esa sería decenas de veces más grande que una explosión nuclear», precisa el especialista.
En ese sentido, Pardo hace un llamado a la comunidad a informarse en los canales oficiales, pues asegura que el CSN tiene información disponible para todos.
«Yo creo que un 95% de la información que estamos leyendo es falsa. De ese 5% hay que preguntarse, ¿a qué le creo? Tenemos que desarrollar metodologías propias para evaluar este tipo de información», concluye Pardo.