Este jueves, después de dos años y ocho meses de presentado el proyecto en el Congreso, la Presidenta Michelle Bachelet promulgará la ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, iniciativa emblemática de su segundo Gobierno que debió sortear múltiples escollos antes de ver la luz.
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El proyecto fue enviado al Congreso el 31 de enero de 2015, a casi un año del segundo mandato de la Presidenta Bachelet, y en lo fundamental planteó la despenalización del aborto en las causales de peligro de vida para la mujer, inviabilidad fetal de carácter letal y embarazo por violación.
El 2 de agosto pasado, por 22 votos a favor, 13 en contra, 0 abstenciones y 0 pareos, el Senado aprobó la indicación que tenía trabado el despacho del proyecto y que pasó a comisión mixta, y luego de esa aprobación final la iniciativa quedó en condiciones de ser remitida al Ejecutivo para su promulgación como ley de la República.
Sin embargo, los parlamentarios de Chile Vamos presentaron dos requerimientos ante el Tribunal Constitucional en contra del proyecto, lo que dio origen a tres días de exposiciones y alegatos a favor y en contra, en los que hasta el polémico pastor Javier Soto fue escuchado por los ministro del TC, además de los candidatos presidenciales Beatriz Sánchez y José Antonio Kast, entre 135 expositores.
Finalmente, el 21 de agosto, en un fallo más holgado de lo esperado e incluso sorpresivo para algunos, el Tribunal Constitucional rechazó los requerimientos por 6 votos a 4. No obstante, el TC sí acogió por 8 votos a 2 la parte del requerimiento que extiende la objeción de conciencia a las instituciones, es decir, ya no es solamente atribución de los médicos, sino que también de las clínicas, oponerse a practicar un aborto en estas tres causales por principios morales-religiosos.
La aplicación de esta objeción de conciencia, al igual que otras disposiciones de la ley, deberá quedar claramente estipulada en un reglamento que está siendo elaborado por el Ministerio de Salud y que sería promulgado en diciembre para ser añadido a la norma y, de esa manera, hacerla finalmente operativa en todo el país.
Según encuestas, esta ley cuenta con un respaldo del 70% de la ciudadanía, sin embargo, el candidato independiente José Antonio Kast anunció que la derogará si llega a La Moneda, mientras que Sebastián Piñera adelantó que le hará algunos cambios en el programa de acompañamiento de las mujeres para convencerlas de que no aborten.