Este martes 12 de septiembre la Universidad Iberoamericana, de la cual aún son dueños los hijos de Filomena Narváez, la casa de estudios debería iniciar su segundo semestre. Sin embargo, este hecho está aún en duda producto de la crisis financiera que sufre el plantel educacional.
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Esto, debido al no pago de los sueldos de académicos de planta y a honorarios, y de funcionarios de la institución, quienes en algunas de sus facultades, especialmente la de Salud, se niegan a comenzar las clases. Esto ya que la mayoría de los contratados a honorarios decidieron auto despedirse luego de 6 meses de boletas impagas. Así como solo seis de los nueve académicos de planta han decidido continuar para el próximo semestre, ya que no han percibido sueldos durante tres meses.
Situación que aqueja no solo a los estudiantes de esa facultad, sino que al alumnado en general, quienes reclaman un total desamparo por parte de la familia sostenedora, especialmente de Jorge Cárdenas Narváez, actual presidente de la corporación. Quien en reiteradas oportunidades le ha negado la posibilidad de diálogo a representantes estudiantiles, quienes exigen respuestas por las faltas de clases y la fuga de docentes.
Felipe Nuñez, presidente del Centro de Estudiantes de la carrera de Enfermería, una de las más afectadas junto a la carrera de Obstetricia, argumentó a Publimetro que «este 12 de septiembre debería iniciarse el segundo semestre y tenemos total incertidumbre, ya que los docentes y trabajadores no van a iniciar sus actividades ni realizar actividades programáticas si sus sueldos no son pagados, y así como nosotros vemos la situación es difícil que estos montos sean pagados de aquí a esa fecha».
Según información entregada por la rectoría, la crisis financiera se debería a la deuda que mantendría la universidad por el CAE, ya que el 50% de sus ingresos provendrían de los pagos financiados con este tipo de crédito. Lo anterior, ya que el Ministerio de Educación para poder pagar los dineros correspondientes exige que las notas de los estudiantes estén al día. Sin embargo, según la última auditoria del 5 de septiembre por parte de la Comisión Ingresa, solo el 18,81% del alumnado se encontraría en dicha situación.
Esto último, producto de las paralizaciones o renuncias masivas de docentes que han cesado sus funciones por el no pago de sus sueldos. Situación que no permite que el segundo semestre se inicie con normalidad.
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En tanto, los estudiantes esperan que el Ministerio de Educación declare la quiebra de la institución, al igual que lo sucedido con la Universidad Arcis y la Universidad del Mar, ya que de esta forma se podrían reubicar a los estudiantes de primero a tercer año, mientras que los de cuarto y quinto podrían finalizar sus carreras. El ministerio al ser consultado si esta posibilidad es viable, contestó a Publimetro que «por ahora, Mineduc no se referirá a este tema».
Mientras tanto, el rector de la universidad, Héctor Jara, afirmó que actualmente ya se encuentran en convenios con otras universidades con el objetivo que los estudiantes puedan ser reubicados en el caso que el alumno lo solicite.
La solución desde los directivos
Luego de una reunión sostenida el viernes pasado entre representantes estudiantiles y rectoría, la junta directiva de la universidad resolvió dos vías posibles para dar solución a la crisis que se vive.
A través de un comunicado emanado luego de la cita, la Junta directiva y la Asamblea Nacional de Socios de la U. Iberoamericana sostiene que existen dos posibles vías para darle fin al conflicto.
La primera de ellas es el traspaso de la dirección y posible venta de la universidad a la escuela de negocios privada que inició sus actividades en Chile en el año 2007, EGEU Business School – Escuela de Gestión Europea, la que, según argumentan desde la Junta Directiva «tendría una seria oferta» para hacerse cargo de la casa de estudios, ya que contarían con los recursos necesarios para cumplir con las exigencias.
Mientras que una segunda posibilidad es el arriendo de la Casa Central de la Universidad ubicada en Padre Miguel de Olivares 1620, Santiago, y de la cancha deportiva destinada para las actividades académicas de los estudiantes.