«Fue un ataque genocida«. Así describieron responsables de una ONG que opera en Brasil la brutal masacre en la que varias decenas de integrantes de una aislada tribu de la Amazonia fueron asesinados.
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La matanza fue confirmada hoy por el Ministerio Público de Amazonas. Los autores serían mineros ilegales, informó la agencia Amazonia Real.
«Confirmamos las muertes de los indígenas aislados. El Ministerio Público Federal y la Policía Federal están investigando«, indicó la fiscalía local.
Los indígenas, conocidos como «flecheros«, habrían sido asesinados en agosto en el municipio Sao Paulo de Olivenca, en la frontera con Perú y Colombia.
Los invasores son hacendados, cazadores y mineros. Muchos indígenas aislados están siendo asesinados»
Hasta hoy las autoridades locales no han revelado el número preciso de muertos. Sin embargo, entrevistas realizadas a miembros de etnias amazónicas cifran las víctimas en alrededor de 20.
El Ministerio Público investiga otra denuncia de masacre cometida contra miembros de la tribu Warikama Djapar. El ataque habría ocurrido en mayo, pero hasta ayer no había sido confirmado.
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La primera denuncia se conoció hace cerca de dos semanas. El líder indígena Adelson Kora Kanamari dijo que entre 18 y 21 aborígenes «habrían sido atacados y asesinados» entre mayo y junio.
Kora Kanamari explicó que la situación en la región es «crítica». Los invasores «son hacendados, cazadores y mineros. Muchos indígenas aislados están siendo asesinados. No obstante, no sabemos a ciencia cierta las fechas ni el número exacto de muertes», afirmó.
Etnias misteriosas
El escenario de las matanzas es la disputada zona llamada Vale do Javari. El territorio, que tiene 8,5 millones de hectáreas, fue regularizada en 2001 como tierra indígena. Así lo precisan datos de la Fundación Nacional del Indio (Funai) de Brasil.
La zona se ubica a casi 1.200 kilómetros de Manaos, capital del estado Amazonas. Tiene unos 7.000 habitantes, y en su superficie habría por lo menos 14 tribus aisladas y cinco etnias contactadas. La mayoría de estas tribus no localizadas están en vueltas en el misterio, y casi nada se sabe sobre qué lenguas hablan o cuáles son sus costumbres.
Al mismo tiempo, el área posee una significativa riqueza mineral que actúa como imán de mineros que buscan establecerse allí.
La presencia de los extranjeros también ha traído enfermedades, como la hepatitis, contra la que los habitantes originarios no tienen defensas. La expansión de estos males causa numerosas muertes.
Acusación contra Temer por masacre
El caso también fue denunciado por la ONG Survival International. «Si estos relatos son confirmados, el presidente Michel Temer y su Gobierno tienen una gran responsabilidad por este ataque genocida», recalcó Stephen Corry, director de Survival International. El dirigente también criticó los recortes presupuestarios aplicados por el Gobierno a la Funai.
«Todas estas tribus deberían tener sus tierras debidamente reconocidas y protegidas hace años. El apoyo abierto del Gobierno a quienes quieren abrir territorios indígenas es extremadamente vergonzoso«, agregó Corry.
La crítica de la ONG se suma a los múltiples cuestionamientos que ha recibido el gobierno tanto en Brasil como en el extranjero por «retroceder» en materia ambientalista y en derechos indígenas.