Los sueños de los contrabandistas de cigarrillos quedaron hechos cenizas y así lo demuestra la tarea del Servicio Nacional de Aduanas, que informó que en lo que va del año han conseguido decomisar 7.640.706 cajetillas. Estos resultados se han dado en el marco del Plan Integrado de Fiscalización (PIF) de cigarrillos que encabeza la Subdirección de Fiscalización de la institución y que reflejan el trabajo específico que se realiza en las 16 Aduanas desde Arica a Punta Arenas.
El director nacional de Aduanas, Claudio Sepúlveda, explicó que a través “del trabajo mancomunado que se hace desde el nivel central con las regiones, hemos establecido estrategias para poder detectar de manera más eficiente el ingreso de grandes volúmenes de cigarrillos de contrabando y falsificados”.
“Además del perjuicio que este tipo de ilícitos le provoca al comercio, también nos sentimos responsables de proteger la salud de la personas, porque estas mercancías son de dudosa procedencia y no está autorizada su comercialización en el país”, agregó la máxima autoridad.
Aparte, Aduanas recibió una importante donación por parte de la Cámara Nacional de Comercio, Servicio y Turismo (CNC) de máquinas para destruir cigarrillos, las que van en apoyo específico del trabajo que se realiza en Arica, Iquique y Región Metropolitana.
El Presidente de la CNC, Manuel Melero, señaló que “haremos todo lo posible por erradicar el comercio ilícito en todas sus formas, ya que implica un daño no sólo para el comercio y para el Fisco, sino también -como ocurre en el caso de los cigarrillos falsificados- para la salud de los consumidores.
Tomando conciencia de la relevancia de trabajar unidos, privados y públicos, para enfrentar este delito, creamos hace un año el Observatorio del Comercio Ilícito, del cual también forma parte el Servicio Nacional de Aduanas”.
Junto con agradecer la donación, el director nacional de Aduanas explicó que esta acción “es el resultado de las profundización de las relaciones que venimos desarrollando desde hace varios años con el mundo público privado, que tiene una de sus grandes expresiones en el Consejo Aduanero Público Privado (Capp) y en el constante intercambio de información y buenas prácticas”.
Las máquinas chipeadoras donadas por la CNC, avaluadas cada una en $3.255.000, permiten destruir periódicamente pequeños volúmenes de cigarrillos decomisados, ya sea a partir de procedimientos propios de Aduanas o aquellos realizados por las policías en la ciudad, ferias libres u otros puntos de venta minoristas.
