A poco de que se inicie en Argentina el juicio oral contra Luciano Cabral, una nueva prueba complica la situación del volante argentino nacionalizado chileno que defendió a la Roja Sub 20.
El joven está procesado, junto a un primo y su padre, por el homicidio agravado de Joan Villegas, un hombre de 27 años que murió tras ser golpeado brutalmente la madrugada del 1 de enero de este año en localidad transandina de Alvear.
Según revela Diario Uno, “el día del crimen la policía detuvo al padre de Cabral y allanó su casa” y tomó varios elementos como pruebas, entre ellos unas zapatillas con manchas de sangre.
Los análisis indican que hay dos tipos de sangre, la de la víctima y la de Cabral, lo que lo situaría en la escena del crimen y descartaría la coartada del jugador, que dijo que estaba durmiendo al momento del asesinato.
Cabral había señalado en el mes de febrero en el programa Sportia que no tenía “nada que ver con lo que está pasando…, llegué cuando ya había terminado la pelea, mis familiares estaban regresando para sus casas y yo los había ido a buscar. Yo me entero después del mediodía que un chico había fallecido”.
El medio transandino agrega que “fuentes judiciales confían en que este peritaje es revelador y que es lo último que esperaban para elevar la causa a juicio”.