Emilio Cárdenas ha vivido toda su vida en Quinta Normal. Hoy, a los 68 años, no recuerda con claridad cuándo fue la última vez que vio limpia la ribera del río Mapocho, aunque aclara que «debe haber sido hace un par de años». «Se veía bonito, pero duró como dos meses nomás. En la noche camiones, camionetas, y triciclos llegan a tirar de todo», indicó.
Las brechas socioeconómicas en Santiago no sólo son evidentes «de Plaza Italia pa’ arriba o Plaza Italia pa’ abajo». La extensión del río Mapocho exhibe diferentes realidades, todas ellas dependientes en gran medida de la solvencia económica que posea la Municipalidad que se cruza por su camino.
Durante el recorrido que hace el afluente por Pudahuel, Cerro Navia o Quinta Normal la basura ya es parte del paisaje natural. Desde bolsas llenas de basura hasta sillones o electrodomésticos rotos habitan la ribera del río. Esta realidad se mantiene hasta que comienza el Parque Renato Poblete, en Quinta Normal. Aunque más gráfico aún es recorrer el trazado por la autopista Costanera Norte, bajar en Santiago Centro y salir en Providencia. Allí cambia completamente el panorama. No sólo nos encontramos con grandes torres, también la basura desaparece del Mapocho y las áreas verdes se convierten en su inseparable compañía.
«La acumulación de basura en el entorno responde a múltiples causas, hay un problema cultural de botar la basura en sitios eriazos, pero si no los materializamos con intervenciones, la posibilidad que se siga acumulando es muy alta», relata Mauro Tamayo, alcalde de Cerro Navia.
«Actualmente tenemos un gran déficit financiero, por eso necesitamos el trabajo coordinado con el Gobierno para trabajar en conjunto la limpieza, la materialización de áreas verdes y el equipamiento de esa zona», señaló Mauro Tamayo, alcalde de Cerro Navia.
La Municipalidad de Providencia mantiene un contrato con una empresa de aseo y ornato. Entre las condiciones, está la limpieza y desmalezamiento de la ribera del río tres veces a la semana. Una inversión que hoy parece muy lejana de lograrse en Cerro Navia, un municipio que mantiene una deuda de $17 mil millones.
Tamayo asume que mantener el Mapocho es una tarea que Cerro Navia no puede hacer por sí solo. «Actualmente tenemos un gran déficit financiero, por eso necesitamos el trabajo coordinado con el Gobierno para trabajar en conjunto la limpieza, la materialización de áreas verdes y el equipamiento de esa zona».
La escasez de recursos se hace más evidente al entrar en los números duros. Si comparamos el gasto 2016 en aseo, recolección de basura y vertederos en que incurrieron las comunas vinculadas al río, la diferencia entre oriente y poniente es extremo. Mientras Providencia, Vitacura y Lo Barnechea destinaron $17.056 mil millones, $6.134 MM, $5.375 y $5.547 MM, respectivamente, entre Quinta Normal (1.524 MM$), Cerro Navia (2.203 MM$) y Pudahuel (4.338 MM$) sólo alcanzaron los $8.065 mil millones, menos de la mitad. En el primer grupo de comunas, el gasto equivale a $49.595 per cápita, mientras en los menos favorecidos este disminuye a $15.822. En el centro de los extremos está Santiago. Su gasto en este ítem fue de $8.470 mil millones.
«En Santiago debería haber un alcalde mayor o autoridad metropolitana que disminuya estas inequidades que se exacerban desde el sector público. El río Mapocho es una afrenta para Santiago. Es el cauce que cruza y un ícono para la ciudad. Es la primera impresión para mucha gente que llega a la capital», enfatizó Alejandro Tirachini.
Estos números no sólo demuestran falta de cultura en aquellos que ensucian su cauce y alrededores, si no, también, de acuerdo a la alcaldesa de Providencia, un abandono por parte de las autoridades superiores. «Es necesario que sea un órgano central el que se haga cargo de verdad de la ribera y que permita que todo el río esté en las mejores condiciones. El Mapocho es quizás el más importante icono del paisaje de la región y hasta ahora no se le ha dado la importancia que este requiere «, sentenció.
Según el ingeniero civil de la Universidad de Chile, Alejandro Tirachini, asuntos como el transporte o la recolección de basura «no pueden depender de cuánto dinero tenga determinada municipalidad en relación a la otra». «En Santiago debería haber un alcalde mayor o autoridad metropolitana que disminuya estas inequidades que se exacerban desde el sector público. El río Mapocho es una afrenta para Santiago. Es el cauce que cruza y un ícono para la ciudad. Es la primera impresión para mucha gente que llega a la capital», enfatizó.