Hace no demasiados años, la homosexualidad era considerada una enfermedad psiquiátrica. Cientos de médicos avalaban el hecho de que requería tratamiento e incluso era incluida como enfermedad en diferentes manuales médicos. También se le consideraba como tal en la lista de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 1991, esto llegó a su fin, precisamente un 17 de mayo. Aquél día, hace ya 26 años, la OMS eliminó a la homosexualidad de su lista de enfermedades. De hecho, antes de ese año millones de homosexuales fueron sentenciados por su opción sexual a lo largo de la historia, siendo obligados a llevar a cabo duros tratamientos psiquiátricos que consideraban terapia con fuertes medicamentos e incluso choques eléctricos.
Un caso emblemático
El caso de Alan Turing, el cual fue retratado en la película «Código Enigma», es un claro ejemplo de la persecución que sufría la población homosexual hace no tantas décadas. Este destacado científico, considerado uno de los padres de la ciencia de la computación y precursor de la informática moderna, fue condenado por homosexualidad en 1952, lo que truncó su carrera y terminó con su muerte dos años después. Turing falleció por envenenamiento con cianuro, se desconoce si fue un asesinato o un suicidio.
Hoy, pensar en condenar a una persona por su identidad de género o por simplemente optar por amar a alguien de su propio género, suena ilógico. Por lo mismo, luego de varias movilizaciones pidiendo justicia para él, en el año 2009 el Primer Ministro británico emitió un comunicado pidiéndole disculpas a nombre del Gobierno británico. Recién el 24 de diciembre de 2013, a 59 años de su muerte, Alan Turing recibió el indulto de todo tipo de culpa, por orden de la reina Isabel II.
Un proceso histórico
Lograr sacar a la homosexualidad de la lista de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud fue resultado de décadas de movilizaciones. La población homosexual del mundo sólo quería que no existiera discriminación en su contra y que se comprendiera que el amor no era cosa solo de heterosexuales, si no que existía una amplia comunidad que vivía dicho sentimiento de manera diferente, lo que no significaba que padecieran de alguna enfermedad. A décadas del día en que comenzaron a ganar estas batallas, aún existe discriminación en su contra, en todas partes del mundo, incluido nuestro país.
El gran despertar de las movilizaciones pro homosexualidad tuvo lugar en la década de los 70, época en que también se produjo la primera marcha sobre este tema en nuestro país. La primera marcha de esta índole ocurrió el 23 de abril de 1973, durante el gobierno de Salvador Allende, en la Plaza de Armas de Santiago. Aquél día, esa primera manifestación, convocó apenas 25 personas entre homosexuales y travestis. El entonces Intendente de la Provincia de Santiago, Julio Stuardo, dijo que utilizaría «la fuerza pública y todos los resortes que da el mandato constitucional» con tal de impedir una nueva manifestación.
Realidad nacional
El año 1991 no sólo es recodado como el año en que la homosexualidad dejó de ser considerada una enfermedad en el mundo, si no que también fue el año en que se realizó el primer Congreso Homosexual Chileno.
En dicho congreso, realizado en el sur de Chile, participaron representantes provenientes de todo el país y de la capital. Varios de ellos, el 28 de junio de ese año, darían vida al Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh), agrupación que al día de hoy juega un rol protagónico en el activismo LGBTI de nuestro país.
El trabajo de las organizaciones defensoras de los derechos homosexuales siguió cosechando frutos. En nuestro país, al igual que en la mayoría de los países del mundo, mantener relaciones entre personas del mismo sexo era considerado un delito. Esto cambió recién en 1999.
Sin embargo, la legislación chilena aún mantiene cierto grado de discriminación en ésta materia, autorizando las relaciones heterosexuales desde los 14 años de edad, mientras que en el caso de relaciones homosexuales no se consideran legales sino hasta que ambas partes sean mayores de 18 años.
El intento por legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo dio como resultado el «Acuerdo de vida en pareja». A pesar de aquello, las organizaciones pro igualdad de derecho para las personas LGBTI de nuestro país siguen trabajando para poder acceder al matrimonio y también para tener acceso a la adopción como parejas.
La historia de la «Campaña Arcoíris»
A pesar de que 1991 fue el año en que la homosexualidad dejo de considerarse como enfermedad, recién el 2004 se consideró conmemorar al 17 de mayo como el «Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia». Después de una campaña que duró un año, se celebró por primera vez en el 2005, simultáneamente en varios países.
El 2005 también se celebró en Chile. Pero recién el año 2012 la «Campaña Arcoíris» vio la luz como tal, invitando a instituciones públicas y privadas a izar la bandera, a iluminar el frontis de sus dependencias o pintar las calles con los colores de la diversidad.
Según recuerda el dirigente del Movilh y creador de la iniciativa en nuestro país, Rolando Jiménez, “sólo una institución izó la bandera». «Intensificamos entonces nuestras gestiones, y cada año son más las que se suman, incluido el Palacio de La Moneda. Esto ha convertido a la ‘Campaña Arcoíris’ en la mayor intervención realizada en Chile para visibilizar y promover la plena igualdad de derechos para las personas LGBTI”, agregó el dirigente.
Este año 76 instituciones confirmaron su participación en la conmemoración de este día y en la campaña «Chile Diverso», conocida también como «La Campaña Arcoíris». El Palacio de La Moneda será el punto de encuentro para realizar la ceremonia oficial, junto a la hermosa iluminación en colores, algo que ya es tradicional observar en las paredes del Palacio de Gobierno.
“La Campaña Arcoíris crece año a año y es la que otorga mayor visibilidad a nuestros derechos. Es además la que ocupa más territorio, siendo la más amplia y masiva de todo el continente. Estamos muy ilusionados”, dijo el actual presidente del Movilh, Ramón Gómez.
A 26 años de que la homosexualidad dejase de considerarse como una enfermedad, las organizaciones LGBTI siguen trabajando para obtener igualdad de derechos en distintos aspectos a alrededor de todo el mundo.
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