Con el puño en alto y flanqueado de su corte republicana, Trump celebra su primera gran victoria desde que es presidente. Después de la humillación de hace unos meses, esta vez sí, ha reunido los apoyos dentro de su partido y por la mínima, por una diferencia de sólo cuatro votos, la Cámara Baja ha aprobado derogar y reemplazar la reforma sanitaria de Obama, la gran promesa electoral del magnate. «El Obamacare está muerto» dice Trump., que confía en sacar adelante la votación también en el Senado y no lo va a tener fácil porque necesita al menos ocho votos de los demócratas, que tras votar todos contra, se han unido a la gran protesta a las puertas del Capitolio. La nueva ley sanitaria, el Trumpcare, prevé entre otras cosas eliminar los impuestos a las rentas altas que financien ayudas sanitarias y los Estados podrán elegir qué enfermedades previas a contratar un seguro cubren o no. Las asociaciones médicas y de pacientes de enfermedades crónicas ya se han opuesto al proyecto. Se calcula que dejará a 24 millones de estadounidenses sin cobertura en 10 años, aunque los republicanos insisten que abaratarán el precio de los seguros. Video: Reuters.